El líder opositor ruso Alexéi Navalni, que recibía tratamiento desde el pasado 22 de agosto en el hospital universitario berlinés de la Charité por envenenamiento con un agente nervioso del grupo Novichok, aseguró hoy que por ahora va a quedarse en Alemania para seguir su tratamiento, anunció el miércoles su portavoz Kira Yarmysh, un día después de que el activista fuera dado de alta en el hospital berlinés donde fue tratado tras ser probablemente envenenado. “Alexéi Navalni va a seguir por el momento en Alemania, su tratamiento no ha terminado”, declaró Yarmysh, en un video difundido en Twitter.
“Después de 32 días ingresado los médicos decidieron que mi recuperación no requiere hospitalización sino un retorno a la vida normal. Caminar, estar con mi familia. Sumergirme en la rutina de los movimientos cotidianos”, afirmó en un mensaje publicado en su cuenta de Instagram. Según Navalni, su primera solicitud fue que lo llevasen a un lugar donde hubiese árboles.
“Y así, de pronto, voy renqueando por el parque metido en un pantalón tres tallas más grande”, describió su paseo y acompañó el texto con una fotografía en la que se ve sentado en un banco de un parque.
El Kremlin, por su parte, afirmó el miércoles que Navalni es libre de volver a Rusia si lo desea. “Sobre su vuelta a Moscú, es libre, como cualquier ciudadano ruso de hacerlo en cualquier momento”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, citado por la prensa rusa.
“En todo caso, está bien que el paciente esté recuperándose. Le deseamos una pronta recuperación”, añadió el portavoz que no pronuncia nunca el nombre del opositor, al igual que Putin.
Peskov también hizo referencia a un artículo del diario francés Le Monde que aseguró que Putin usó un tono despectivo para referirse a Navalni, en una conversación con su homólogo francés Emmanuel Macron. Según el diario, Putin dijo que Navalni había ya inventado problemas de salud y cometido actos ilegales en el pasado y sugirió incluso que podría haber ingerido el veneno conscientemente.
El portavoz del Kremlin aseguró este miércoles que “el diario no podía tener informaciones fiables” sobre esta conversación y que había “muchas referencias inexactas” a la hora de referirse a lo que Putin dijo. “No podemos creer que el Elíseo haya divulgado deliberadamente la grabación de esta conversación entre los dos presidentes a la prensa. Francia no puede hacer eso, no podemos ni siquiera creerlo”, dijo.
Treinta y dos días después de haber sido hospitalizado en Berlín en coma inducido y en un estado grave por un posible envenenamiento, el opositor ruso recibió el alta médica el martes y podría plantearse el regreso a su país.