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“Espantosa y espectacular al mismo tiempo”: así definió el vulcanólogo Boris Behncke la erupción de este jueves del volcán Etna, en Sicilia. Behncke se encontraba en el lugar cuando sucedió y vio cómo comenzó de repente una lluvia de piedras calientes y vapor. En el mismo lugar se encontraba cerca de 30 turistas que pusieron pies en polvorosa cuando sucedió la explosión. Las rocas que cayeron les produjeron contusiones, quemaduras y cortes a 10 de ellos.
Entre ellos se encontraban tres ingleses y tres alemanes, una periodista de la BBC y algunos turistas. Los heridos fueron trasladados a hospitales locales y ninguno de ellos revista gravedad.
“Los heridos sufrieron mayormente contusiones por los impactos de las lascas de piedra que saltaron por los aires”, reporta la agencia EFE. El Etna es un volcán en constante actividad cuya erupción más reciente ocurrió el pasado 28 de febrero. La ciudad que lo circunda, Catania, está en alerta amarilla y el aterrizaje de aviones se ha reducido por orden de las autoridades. El despegue continúa sin cambios.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV), el volcán comenzó una nueva fase hace dos días y se encuentra “en potencial estado de desequilibrio”. La erupción ocurrió cuando la lava del volcán hizo contacto con un bloque de nieve que taponaba el cráter. Las peores heridas que se registraron, según los medios locales, fueron una rotura de codo y un traumatismo craneal.
“Bajar corriendo una montaña bajo una lluvia de piedras, zigzagueando entre las rocas calientes y el vapor, es una experiencia que no quiero volver a vivir”, comentó la periodista de la BBC Rebecca Morelle, que se encontraba en el lugar para reportar sobre la nueva fase del volcán.