El hombre fue conducido fuera de la sala por dos policías vaticanos y un guardia suizo sin oponer resistencia, el hombre gritó al pontífice: “Dios te rechaza, padre. No eres un rey”.
Francisco, que había seguido pronunciando su discurso durante los gritos, pidió a los fieles que rezaran por el hombre, ya que, según dijo, estaba gritando “porque está sufriendo”.
El papa expresó “Hemos sentido, hace algunos minutos, a una persona que gritaba, chillaba, que tenía algunos problemas... no sé si era físico, psíquico o espiritual, pero era uno de nuestros hermanos con problemas. Quisiera finalizar rezando por él, por nuestro hermano que sufre, pobrecito. Si gritaba es porque está sufriendo, tiene algunas necesidades. No debemos ser sordos a la necesidad de este hermano”
Al final de la audiencia, el papa bendijo a los fieles sentado desde una silla por segunda semana consecutiva, después de que una inflamación en la rodilla le impidiera pasear entre los asistentes par a saludarlos.