¿El Califato del Estado Islámico se alarga hasta España?

Esta es la historia de la reivindicación más longeva de que se tenga noticia: 524 años después de que los Reyes Católicos expulsaran a los moros de España, el Estado Islámico y Al Qaeda reclaman las tierras del antiquísimo y mítico Al Andalus como propias. Habitadas por los árabes durante siete siglos, las tierras de Córdoba y Granada abrigaron el Califato de Occidente y la grandeza de la extensión musulmana, y los extremistas, en videos y declaraciones propagandísticas, han querido recordar con una terquedad que supera los siglos que la Península Ibérica fue y siempre será reino de Mahoma.

Las sospechas de su reivindicación comenzaron en 2014. Por entonces, el Estado Islámico fundó el Califato entre los territorios de Siria e Irak y se dedicó a gobernar en un estado sin presencia estatal y con las reglas rigurosas de la sharia (la ley musulmana). Dos de sus militantes grabaron un video que se difundió por redes, en el que hablaban de esta guisa en español oblicuo: “Os digo: España es la tierra de nuestros abuelos y vamos a abrirla, si Dios quiere, con el poder de Alá”. Los protagonistas del video eran un viejo y un joven, llamados Nouredin Majdoubi y Salahedin Ghaitun. Su castellano era irregular, pero era posible captar la idea: Al Andalus pertenece a los musulmanes y con los musulmanes se tiene que quedar. “Hasta que abramos todas las tierras presas —enfatizó Ghaitun—: desde Yakarta hasta Andalucía”.

Parecía natural que un grupo que reclama tierras antiquísimas en Oriente Medio tarde o temprano reclamara, aunque con menor fuerza, las tierras que ocupó su maestro y guía en Occidente. Esta semana, según reporta El País de España, una perspectiva de La Alhambra —el monumento palatino más destacado de la arquitectura islámica en España— apareció en uno de los videos donde se enseña a los menores cómo atacar y cómo defenderse. Una clase de entrenamiento yihadista que incluís, además de perspectivas de Bagdad y Roma, un acercamiento a España. Las autoridades, sin embargo, ya están alertadas, puesto que en los últimos dos años han capturado a decenas de supuestos militantes que trabajaban para yihadistas —ya sea del Estado Islámico o Al Qaeda— en España. 692 personas han sido detenidas desde 2004, cuando ocurrieron los atentados del 11 de marzo en Madrid.

En 2014, el entonces ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, dijo: “España forma parte de los objetivos estratégicos de la yihad global”. Sin embargo, su tarea de propaganda dirigida hacia España había sido menor: se cuentan algunos videos con traducciones al castellano —traducciones que, según grupos de seguridad, podrían haber sido levantadas en España— y referencias tangenciales a Al Andalus (como aquella de conquistar tierras desde Indonesia hasta España). Pero la situación ha cambiado. En los últimos meses, de acuerdo con los encargados de la lucha antiterrorista en España, los videos, textos e infografías que distribuye el Estado Islámico en español son más comunes y tienen mayores referencias directas al territorio español. A principios de este año, por ejemplo, un yihadista al parecer de origen francés espetaba en un video grabado entre ruinas sirias: “Recuperaremos Al Andalus, si Dios quiere. ¡Oh, querida Al Andalus! Pensaste que te habíamos olvidado. Juro por Dios que jamás lo hicimos. Ningún musulmán puede olvidar Córdoba, Toledo, Xàtiva. Hay muchos musulmanes sinceros y fieles que juran devolver Al Andalus”.

En Cataluña —que ha sido señalada como un foco de grupos islamistas—, Canarias, Barcelona y Granollers han sido detenidos decenas de supuestos militantes del Estado Islámico. Algunos de ellos, según las autoridades, tenían planeados atentados terroristas en las principales ciudades del país. En mayo de este año, se publicó en redes el texto de un “lobo solitario”, como fueron bautizados los seguidores del Estado Islámico que no están de manera oficial en sus filas. Allí se decía: “Si no os alcanzamos en nuestras tierras, recordad que hombres y mujeres que siguen nuestra religión y nuestra fe viven entre vosotros, y no sabéis ni sus nombres ni a qué se parecen y ni siquiera sabéis si son europeos de origen o no, os matarán en vuestras ciudades y pueblos según lo planeado, de la misma forma que (vosotros) matáis a nuestras familias”.

Los integrantes de Al Qaeda también han mencionado a España. Ayman Al Zawahiri, el más alto líder de Al Qaeda, ha exigido “restablecer Al Andalus”. En 2006, cuando Al Zawahiri era el segundo al mando de este ejército yihadista, éste dijo: “(Nuestro objetivo) es liberar todos los lugares que algún día fueron tierra del islam, desde Al Andalus hasta Irak”. En los últimos tiempos, Al Qaeda del Magreb Islámico (una organización adjunta a Al Qaeda que patrulla sobre todo al sur del desierto del Sahara) ha evaluado los resultados electorales en España. Si bien no ha existido una alerta mayor hasta ahora, España sí es un objetivo —algo difuso, según algunos expertos— para los grupos yihadistas. En los últimos videos del Estado Islámico, sus comandantes han instado al asesinato de ciudadanos españoles.

Esta es la historia de la reivindicación más longeva de que se tenga noticia: 524 años después de que los Reyes Católicos expulsaran a los moros de España, el Estado Islámico y Al Qaeda reclaman las tierras del antiquísimo y mítico Al Andalus como propias. Habitadas por los árabes durante siete siglos, las tierras de Córdoba y Granada abrigaron el Califato de Occidente y la grandeza de la extensión musulmana, y los extremistas, en videos y declaraciones propagandísticas, han querido recordar con una terquedad que supera los siglos que la Península Ibérica fue y siempre será reino de Mahoma.

Las sospechas de su reivindicación comenzaron en 2014. Por entonces, el Estado Islámico fundó el Califato entre los territorios de Siria e Irak y se dedicó a gobernar en un estado sin presencia estatal y con las reglas rigurosas de la sharia (la ley musulmana). Dos de sus militantes grabaron un video que se difundió por redes, en el que hablaban de esta guisa en español oblicuo: “Os digo: España es la tierra de nuestros abuelos y vamos a abrirla, si Dios quiere, con el poder de Alá”. Los protagonistas del video eran un viejo y un joven, llamados Nouredin Majdoubi y Salahedin Ghaitun. Su castellano era irregular, pero era posible captar la idea: Al Andalus pertenece a los musulmanes y con los musulmanes se tiene que quedar. “Hasta que abramos todas las tierras presas —enfatizó Ghaitun—: desde Yakarta hasta Andalucía”.

Parecía natural que un grupo que reclama tierras antiquísimas en Oriente Medio tarde o temprano reclamara, aunque con menor fuerza, las tierras que ocupó su maestro y guía en Occidente. Esta semana, según reporta El País de España, una perspectiva de La Alhambra —el monumento palatino más destacado de la arquitectura islámica en España— apareció en uno de los videos donde se enseña a los menores cómo atacar y cómo defenderse. Una clase de entrenamiento yihadista que incluís, además de perspectivas de Bagdad y Roma, un acercamiento a España. Las autoridades, sin embargo, ya están alertadas, puesto que en los últimos dos años han capturado a decenas de supuestos militantes que trabajaban para yihadistas —ya sea del Estado Islámico o Al Qaeda— en España. 692 personas han sido detenidas desde 2004, cuando ocurrieron los atentados del 11 de marzo en Madrid.

En 2014, el entonces ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, dijo: “España forma parte de los objetivos estratégicos de la yihad global”. Sin embargo, su tarea de propaganda dirigida hacia España había sido menor: se cuentan algunos videos con traducciones al castellano —traducciones que, según grupos de seguridad, podrían haber sido levantadas en España— y referencias tangenciales a Al Andalus (como aquella de conquistar tierras desde Indonesia hasta España). Pero la situación ha cambiado. En los últimos meses, de acuerdo con los encargados de la lucha antiterrorista en España, los videos, textos e infografías que distribuye el Estado Islámico en español son más comunes y tienen mayores referencias directas al territorio español. A principios de este año, por ejemplo, un yihadista al parecer de origen francés espetaba en un video grabado entre ruinas sirias: “Recuperaremos Al Andalus, si Dios quiere. ¡Oh, querida Al Andalus! Pensaste que te habíamos olvidado. Juro por Dios que jamás lo hicimos. Ningún musulmán puede olvidar Córdoba, Toledo, Xàtiva. Hay muchos musulmanes sinceros y fieles que juran devolver Al Andalus”.

En Cataluña —que ha sido señalada como un foco de grupos islamistas—, Canarias, Barcelona y Granollers han sido detenidos decenas de supuestos militantes del Estado Islámico. Algunos de ellos, según las autoridades, tenían planeados atentados terroristas en las principales ciudades del país. En mayo de este año, se publicó en redes el texto de un “lobo solitario”, como fueron bautizados los seguidores del Estado Islámico que no están de manera oficial en sus filas. Allí se decía: “Si no os alcanzamos en nuestras tierras, recordad que hombres y mujeres que siguen nuestra religión y nuestra fe viven entre vosotros, y no sabéis ni sus nombres ni a qué se parecen y ni siquiera sabéis si son europeos de origen o no, os matarán en vuestras ciudades y pueblos según lo planeado, de la misma forma que (vosotros) matáis a nuestras familias”.

Los integrantes de Al Qaeda también han mencionado a España. Ayman Al Zawahiri, el más alto líder de Al Qaeda, ha exigido “restablecer Al Andalus”. En 2006, cuando Al Zawahiri era el segundo al mando de este ejército yihadista, éste dijo: “(Nuestro objetivo) es liberar todos los lugares que algún día fueron tierra del islam, desde Al Andalus hasta Irak”. En los últimos tiempos, Al Qaeda del Magreb Islámico (una organización adjunta a Al Qaeda que patrulla sobre todo al sur del desierto del Sahara) ha evaluado los resultados electorales en España. Si bien no ha existido una alerta mayor hasta ahora, España sí es un objetivo —algo difuso, según algunos expertos— para los grupos yihadistas. En los últimos videos del Estado Islámico, sus comandantes han instado al asesinato de ciudadanos españoles.