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Con estas palabras, Aubry resumió las intervenciones de los líderes socialistas europeos que participaron en la reunión que celebran en Madrid para redactar el manifiesto que resumirá su postura de cara a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 7 de junio.
Un manifiesto que, según la alcaldesa de Lille, debe devolver a los europeos la esperanza y el entusiasmo de los padres fundadores de la Unión Europea.
El reto de las próximas elecciones es convencer a los ciudadanos de que Europa no es “un temor”, sino que puede ser una esperanza frente al fracaso del liberalismo, señaló.
Para ello, dijo que no basta con contentarse con algunas reformas del sistema financiero.
Entre los ejes del manifiesto, Aubry destacó la apuesta de los socialistas europeos por una política económica coordinada que invierta en infraestructuras de futuro -nuevas energías y transportes- y en la formación del capital humano, “para devolver la economía real al lugar que le corresponde”.
Aubry, ex ministra de varios gobiernos socialistas y autora de la ley de las 35 horas laborales, subrayó también la apuesta por una Europa social que defienda políticas concretas, como el salario mínimo, y que no abandona los servicios públicos, “que representan el patrimonio de los que no tienen patrimonio”.
Junto al liderazgo en el combate del cambio climático y la paridad entre hombres y mujeres, la líder socialista francesa abogó también por una Europa solidaria fuera de sus fronteras y tendió la mano al futuro presidente estadounidense, Barack Obama, para diseñar una política multilateral justa con el hemisferio Sur.