La elección que hizo el cardenal Robert Prevost del nombre de León XIV para su pontificado está lleno de significado. León XIII, quien ocupó el trono de San Pedro entre 1878 y 1903, es recordado por su encíclica Rerum Novarum, un documento fundamental que marcó un antes y un después en la postura de la Iglesia frente a las condiciones laborales y los derechos de los trabajadores.
Ese texto inauguró la doctrina social de la Iglesia y representó un giro histórico hacia el compromiso con la justicia social. “Al tomar el nombre de León XIV, el nuevo papa presenta una continuidad con León XIII (1878-1903), que se presentó como el ‘papa obrero’, desarrollando la Doctrina Social de la Iglesia como una forma de establecer un diálogo con las demandas de la clase trabajadora, que a fines del siglo XIX protagonizaba un fuerte proceso de organización en sindicatos y partidos socialistas en Europa”, señaló el periódico Il Corriere della Sera.
León XIV y su significado
La elección de este nombre por parte de Francis Robert Prevost podría interpretarse como un gesto de continuidad con aquella visión y una señal del rumbo que podría tomar el nuevo pontificado. De acuerdo con medios italianos, el nuevo papa es un mediador entre los obispos de Estados Unidos y otros sectores de la Iglesia. Su larga estadía en Perú, país del que tiene la nacionalidad, opera en favor de esa articulación.
Al tomar el nombre de León XIV, el nuevo pontífice presenta una continuidad con León XIII (1878-1903), que se presentó como el “papa obrero”, desarrollando la Doctrina Social de la Iglesia como una forma de establecer un diálogo con las demandas de la clase trabajadora que protagonizaba un fuerte proceso de organización en sindicatos y partidos socialistas en Europa para esa época.
La encíclica Rerum Novarum se enfocó en las condiciones de los trabajadores en el contexto de la Revolución Industrial. En ese momento, se percibía el avance de las revoluciones sociales en distintas partes del mundo, y el papa León XIII sostuvo que la Iglesia debía posicionarse junto a los trabajadores, con el fin de contrarrestar el discurso del comunismo y sus aliados.
¿Qué dice la encíclica?
Derecho a la propiedad privada: el papa León XIII reafirmó que la propiedad privada es un derecho natural y esencial para la estabilidad social, según recuerda el periódico Il Fatto Quotidiano.
Derechos laborales: reconoce el derecho de los trabajadores a formar asociaciones y sindicatos para defender sus intereses.
Justicia salarial: subraya que los salarios deben ser suficientes para garantizar una vida digna a los trabajadores y sus familias.
Deberes de empleadores y empleados: establece responsabilidades mutuas basadas en la justicia y la caridad cristiana.
Intervención estatal: advierte que el Estado tiene un papel en la protección de los más vulnerables, sin caer en el socialismo.
Esa encíclica no cayó nada bien en la época y fue recibida con recelo, pues era la primera vez que un papa tocaba temas sociales y económicos. Algunos obreros, recuerda el periódico El Listín Diario, dudaron de la autoridad de la Iglesia para meterse en esos asuntos. La clase acomodada de entonces rechazó el documento porque se inmiscuía en asuntos materiales y cuestionaba el enfoque que le dio León XIII.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
🌏📰🗽 Le puede interesar nuestro plan superprémium, que incluye acceso total a El Espectador y a la suscripción digital de The New York Times. ¡Suscríbase!
📧 📬 🌍 Si le interesa recibir un resumen semanal de las noticias y análisis de la sección Internacional de El Espectador, puede ingresar a nuestro portafolio de newsletters, buscar “No es el fin del mundo” e inscribirse a nuestro boletín. Si desea contactar al equipo, puede hacerlo escribiendo a mmedina@elespectador.com
