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El papa Francisco está de nuevo internado en el hospital Gemelli, de Roma, en donde es tratado habitualmente cada vez que sufre un percance de salud, algo que se ha vuelto recurrente teniendo en cuenta sus 88 años de edad.
Esta vez, a causa de una bronquitis, estará internado en el centro médico hasta el próximo lunes.
La fragilidad de su salud puede servir como excusa para repasar las últimas decisiones que ha tomado el sumo pontífice en el colegio cardenalicio de cara a la elección de su sucesor una vez muera.
Hace tan solo un par de semanas, el argentino decidió extender la permanencia en su cargo de Giovanni Batista Re y Leandro Sandri, de 91 y 81 años respectivamente.
Ambos cardenales ocupan los cargos de decano y vicedecano del colegio cardenalicio y aunque, según las normas del Vaticano, ninguno de los dos puede participar del eventual cónclave por ser mayores de 80 años, son los encargados de hacer toda la gestión previa a evento.
Es decir, convocar a todos los cardenales del mundo y hacer todas las llamadas a congregaciones para que todo esté en orden a la hora de escoger al nuevo obispo de Roma.
Battista fue quien presidió el cónclave que escogió a Francisco en 2013. En ese entonces era vicedecano, pero suplió al cardenal Angelo Sodano, quien tenía para ese entonces más de 80 años.
Para ser electo como decano, el nombre de Battista fue sometido a votación entre el colegio cardenalicio en 2020, pero la decisión de extender su periodo está reglamentariamente autorizada para que la ejecute el pontífice.
Al ser mayor de la edad necesaria para entrar al cónclave, Battista no podrá tener un papel protagónico en la elección del sucesor de Francisco, como si podía pasar de haberse producido un cambio en la decanatura.
Según Elisabetta Piqué, corresponsal de La Nación en Roma, un potencial nombre para este cargo habría sido el de Pietro Parolin (70 años), secretario de Estado del Vaticano y segundo hombre en relevancia después de Francisco.
“En ese cargo, en caso de cónclave y al ser al mismo tiempo un cardenal elector, Parolin habría tenido una gran visibilidad, como la que tuvo en 2005 el entonces cardenal Jospeh Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio y luego electo Benedicto XVI, sucesor de san Juan Pablo II”, escribió Piqué.
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