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Este el primer partido político bajo vigilancia gubernamental desde la era nazi

En Alemania, este sería uno de los esfuerzos más radicales, hasta ahora, para hacer frente al surgimiento de movimientos políticos neonazis y de extrema derecha.

04 de marzo de 2021 - 08:17 p. m.
Portavoces de la formación declararon este miércoles que tomarán acciones legales para impedir la aplicación de esta medida. Alegan que la investigación tiene motivaciones políticas y pretenden debilitar el partido.
Portavoces de la formación declararon este miércoles que tomarán acciones legales para impedir la aplicación de esta medida. Alegan que la investigación tiene motivaciones políticas y pretenden debilitar el partido.
Foto: AFP - TOBIAS SCHWARZ

Por primera vez en su historia de posguerra, Alemania puso al partido de extrema derecha, Alternativa por Alemania (AfD), bajo vigilancia por ser una amenaza para la construcción democrática del país. Esta decisión de la agencia de inteligencia alemana le permitirá intervenir teléfonos, introducir informantes entre sus filas, y monitorear a los miembros del partido.

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De acuerdo con la periodista del New York Times, Katrin Bennhold, este sería uno de los esfuerzos más radicales, hasta ahora, para hacer frente al surgimiento de movimientos políticos neonazis y de extrema derecha. Portavoces de la formación declararon este miércoles que tomarán acciones legales para impedir la aplicación de esta medida. Alegan que la investigación tiene motivaciones políticas y pretenden debilitar el partido.

Para tomar la decisión, se basaron en un informe de 1.000 páginas elaborado por los servicios de inteligencia en el que se catalogaban “las presuntas violaciones del orden fundamental libre y democrático por parte del partido”. Los investigadores recogieron cientos de discursos o declaraciones de funcionarios de la AfD a todos los niveles. Un elemento clave sería la influencia de la franja más radical del partido, llamada “El Ala” y cercana a los neonazis.

Las instituciones alemanas competentes han tratado en dos ocasiones -en 2003 y 2017- de ilegalizar a una agrupación, el neonazi y minoritario Partido Nacionaldemocrático Alemán (NPD), y han fracaso en ambas en el Tribunal Constitucional por distintos motivos formales.

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Alice Weidel, líder parlamentaria de AfD, dijo que la noticia de la investigación se filtró estratégicamente a la prensa, ad portas de unas importantes elecciones que se avecinan este año, informó NPR. “El Verfassungsschutz (la Oficina Federal para la Protección de la Constitución) actúa sobre la cuestión de AfD puramente político. Esto es particularmente digno de mención en vista de las elecciones estatales y federales de este año”, dijo la parlamentaria en su cuenta de Twitter.

La izquierda por su parte aplaudió la medida. El secretario general del partido Socialdemócrata, Lars Klingbeil, calificó de “necesaria y justa” la vigilancia de un partido “antidemocrático” como la AfD. El presidente de la comunidad judía alemana, Josef Schuster, también apoyó la medida, diciendo que el partido “contribuye a socavar nuestras estructuras democráticas con sus políticas destructivas”.

El partido AfD, creado en 2013, irrumpió en la cámara de diputados en 2017 y es la principal fuerza de oposición a los conservadores liderados por la canciller Angela Merkel y a los socialdemócratas en el poder. El partido debe su apoyo electoral a sus posiciones contra la política migratoria de Merkel, pero está actualmente muy dividido y ha perdido fuerza, según los últimos sondeos.

Las consecuencias electorales de la medida son difíciles de calibrar. AfD ha caído en las últimas semanas en los sondeos nacionales hasta entre el 9 y el 11 % de los votos.

No obstante, la decisión abre una nueva grieta en un partido que atraviesa actualmente serias dificultades para presentar un perfil claro, tras coquetear con el negacionismo de la pandemia, y que sufre una larga y mal disimulada guerra interna entre el sector pragmático y la rama más radical.

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Alemania no es el único país que tiene entre ojos a estos movimientos de extrema derecha. El mismo día que se conoció la vigilancia sobre el partido alemán, Francia prohibió al movimiento juvenil Generation Identity, considerado peligroso por sus conceptos neonazis. “Parte hippie, parte hipster, los activistas de Generation Identity son el resultado de un amplio cambio de imagen que la extrema derecha ha tratado de darse en los últimos años”, se lee en una publicación del New York Times.

Alemania prohibió los símbolos de la era nazi como la la esvástica y el saludo de Hitler. Aunque la Constitución del país garantiza la libertad de expresión, las leyes del país imponen límites al discurso extremista de derecha.

Con información de Afp y Efe*

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