La justicia de Francia condenó a tres años de prisión a Nicolas Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias en el caso conocido como el “affaire Bismuth”, que muchos identifican también como el caso de las “chuzadas”. Se trata de una sentencia histórica, por primera vez, un expresidente es condenado por cargos de esa envergadura.
“Responderé a todas las preguntas […] Lo que quiero es salir limpio de esta infamia. Y voy a salir limpio porque quiero la verdad de los hechos”, lanzó durante el juicio Nicolas Sarkozy. Si tal era su propósito, sus explicaciones a la justicia no han bastado para convencer al tribunal de su inocencia.
Antes de Sarkozy, otro expresidente francés, Jacques Chirac (1995-2007), su predecesor y durante años su mentor político, fue condenado a dos años de prisión en suspenso por malversación de fondos, pero su estado de salud le impidió comparecer ante el tribunal.
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¿Cuál fue el caso?
El caso “de las escuchas” tiene su origen en otro caso que amenaza a Nicolas Sarkozy: las sospechas de que recibió financiación del régimen libio de Muamar Gadafi durante la campaña presidencial de 2007 que le llevó al Elíseo.
Los jueces habían decidido pinchar el teléfono del expresidente y fue así que descubrieron que tenía una línea secreta en la que utilizaba el seudónimo “Paul Bismuth”.
Según los investigadores, algunas de las conversaciones que tenía allí revelaron la existencia de un pacto de corrupción. Junto a su abogado, Thierry Herzog, Sarkozy habría tratado de obtener información secreta de otro sumario a través del juez Gilbert Azibert.
Gilber Azibert habría tratado también de influir sobre sus colegas. A cambio, Sarkozy habría prometido al magistrado ayudarlo a obtener un puesto muy codiciado en el Consejo de Estado de Mónaco.
De ser declarado culpable, el expresidente podría ser condenado a una pena de prisión de hasta 10 años y una multa máxima de un millón de euros (1,2 millones de dólares). Herzog y Azibert comparecerán junto a Sarkozy, acusados también de corrupción y tráfico de influencias.
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El tribunal de París dictaminó que hubo un “pacto de corrupción” entre el mandatario de 66 años, su abogado habitual Thierry Herzog y el exmagistrado Gilbert Azibert, que fueron condenados a la misma pena.
Otros procesos
El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue imputado también por “asociación ilícita” por la presunta financiación de su campaña electoral de 2007 con fondos libios, dijeron fuentes de la fiscalía nacional financiera. Sarkozy, presidente entre 2007-2012 y que ahora tiene 65 años, fue inculpado después de que esta semana prestara declaración durante cuatro días ante el tribunal de instrucción que investiga el caso.
Este caso contra Sarkozy se reactivó después de que el Tribunal de Apelación de París rechazó a finales de septiembre la mayoría de los recursos que había presentado para anular esa instrucción judicial.
Esta nueva inculpación es la cuarta en este caso contra el expresidente francés que ya fue imputado en marzo de 2018 de tres presuntos delitos: “corrupción pasiva”, “malversación de fondos públicos” y “financiación ilegal de campaña”.
Una de las pruebas presentadas en su contra entonces era un documento de 2006 del jefe de los servicios secretos de Gadafi, Musa Kusa, sobre la concesión de 50 millones de euros para la campaña electoral de Sarkozy. Tres de sus antiguos ministros, Claude Guéant, Éric Woerth y Brice Hortefeux, están también imputados.