Hollande se presenta como "el garante" de la enseñanza pública

El presidente francés, François Hollande, se presentó este martes como "el garante" de la enseñanza pública en su primer discurso en el cargo, en un homenaje al padre de la educación francesa, Jules Ferry, poco después de haber tomado posesión del cargo.

"Soy el garante de la escuela pública, de la educación nacional, de la trasmisión del conocimiento", aseguró el presidente en su primer discurso fuera del Elíseo, consagrado a la educación, que durante la campaña afirmó que será una de sus prioridades.

Hollande afirmó que la enseñanza "tiene que tener todos los medios para lograr sus fines" y reiteró su compromiso de contratar a 60.000 docentes en los próximos cinco años y de dar prioridad "a las escuelas de los barrios populares y de las zonas rurales abandonadas".

"Hacer de la escuela un lugar de integración de todos los niños es la mayor ambición nacional", afirmó.

Además, señaló que restablecerá la formación de los docentes porque, dijo, "saber algo es importante, pero enseñar lo que se sabe es mucho más complicado".

El presidente envió "un mensaje de confianza a la educación pública" que consideró que fue maltratada en los años anteriores y que se comprometió a rehabilitar.

"Le debemos tanto a la instrucción pública y esperamos tanto de la escuela en este momento de nuevos desafíos, que tenemos que saber de dónde venimos y cuáles son las grandes etapas de nuestra historia", dijo el presidente, que saludó la memoria de Ferry, que redactó las leyes de la escuela pública y obligatoria.

Hollande no olvidó que Ferry fue en la segunda mitad del siglo XIX un defensor de la colonización, lo que consideró "una falta grave que tiene que ser condenada".

Pero rescató su herencia de haber concebido "la escuela como lugar de emancipación, conocimiento, gusto por aprender, la curiosidad intelectual", todos ellos "tesoros que la escuela tiene que cuidar".

"Todos los alumnos, sea cual sea su origen, tienen derecho a la educación. Hay que educar a todos los hijos de la nación", afirmó Hollande, quien señaló que "el mérito, el trabajo, el esfuerzo deben estar por encima del nacimiento, la fortuna, la suerte".

Agregó que "la escuela es el alma de la justicia, de la igualdad republicana".

El nuevo jefe del Estado rindió a continuación un segundo homenaje a Marie Curie en el centro de investigación que lleva su nombre y destacó que la conocida física es "un símbolo de la excelencia", "símbolo como mujer que tuvo dos Premios Nobel" y "símbolo de la integración" de Francia, para lo cual recordó su origen polaco.

En unas breves declaraciones a la cadena de televisión "France 2" en el Instituto Curie, Hollande dijo que con esta jornada había querido transmitir "un mensaje de confianza en el futuro".

"Luego habrá que hacer esfuerzos y la justicia será la única forma de llevar a cabo esos esfuerzos", comentó antes de reconocer que lo que le espera "es duro" teniendo en cuenta la crisis económica: "Por eso hice las promesas que me sentía capaz de cumplir".

El último capítulo de los actos de investidura del presidente tuvo lugar en el ayuntamiento de París, donde le esperaban cientos de seguidores y el alcalde de la ciudad, el socialista Bertrand Delanoe, para un discurso de acogida.

De ahí debe partir hacia la base aérea de Villacoublay para volar a Berlín, donde finalizará la jornada con una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, para discutir sobre la política europea.

El presidente francés, François Hollande, se presentó este martes como "el garante" de la enseñanza pública en su primer discurso en el cargo, en un homenaje al padre de la educación francesa, Jules Ferry, poco después de haber tomado posesión del cargo.

"Soy el garante de la escuela pública, de la educación nacional, de la trasmisión del conocimiento", aseguró el presidente en su primer discurso fuera del Elíseo, consagrado a la educación, que durante la campaña afirmó que será una de sus prioridades.

Hollande afirmó que la enseñanza "tiene que tener todos los medios para lograr sus fines" y reiteró su compromiso de contratar a 60.000 docentes en los próximos cinco años y de dar prioridad "a las escuelas de los barrios populares y de las zonas rurales abandonadas".

"Hacer de la escuela un lugar de integración de todos los niños es la mayor ambición nacional", afirmó.

Además, señaló que restablecerá la formación de los docentes porque, dijo, "saber algo es importante, pero enseñar lo que se sabe es mucho más complicado".

El presidente envió "un mensaje de confianza a la educación pública" que consideró que fue maltratada en los años anteriores y que se comprometió a rehabilitar.

"Le debemos tanto a la instrucción pública y esperamos tanto de la escuela en este momento de nuevos desafíos, que tenemos que saber de dónde venimos y cuáles son las grandes etapas de nuestra historia", dijo el presidente, que saludó la memoria de Ferry, que redactó las leyes de la escuela pública y obligatoria.

Hollande no olvidó que Ferry fue en la segunda mitad del siglo XIX un defensor de la colonización, lo que consideró "una falta grave que tiene que ser condenada".

Pero rescató su herencia de haber concebido "la escuela como lugar de emancipación, conocimiento, gusto por aprender, la curiosidad intelectual", todos ellos "tesoros que la escuela tiene que cuidar".

"Todos los alumnos, sea cual sea su origen, tienen derecho a la educación. Hay que educar a todos los hijos de la nación", afirmó Hollande, quien señaló que "el mérito, el trabajo, el esfuerzo deben estar por encima del nacimiento, la fortuna, la suerte".

Agregó que "la escuela es el alma de la justicia, de la igualdad republicana".

El nuevo jefe del Estado rindió a continuación un segundo homenaje a Marie Curie en el centro de investigación que lleva su nombre y destacó que la conocida física es "un símbolo de la excelencia", "símbolo como mujer que tuvo dos Premios Nobel" y "símbolo de la integración" de Francia, para lo cual recordó su origen polaco.

En unas breves declaraciones a la cadena de televisión "France 2" en el Instituto Curie, Hollande dijo que con esta jornada había querido transmitir "un mensaje de confianza en el futuro".

"Luego habrá que hacer esfuerzos y la justicia será la única forma de llevar a cabo esos esfuerzos", comentó antes de reconocer que lo que le espera "es duro" teniendo en cuenta la crisis económica: "Por eso hice las promesas que me sentía capaz de cumplir".

El último capítulo de los actos de investidura del presidente tuvo lugar en el ayuntamiento de París, donde le esperaban cientos de seguidores y el alcalde de la ciudad, el socialista Bertrand Delanoe, para un discurso de acogida.

De ahí debe partir hacia la base aérea de Villacoublay para volar a Berlín, donde finalizará la jornada con una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, para discutir sobre la política europea.