El fuego, que ya ha calcinado unas 3.000 hectáreas en un perímetro de 30 kilómetros, avanza este viernes sin control en el oriente del país en medio de condiciones meteorológicas adversas.
Unas 1.500 personas fueron desalojadas en ocho municipios de las regiones de Valencia y Aragón. El gobierno regional de Valencia informó que 450 bomberos combatían las llamas, apoyados por una veintena de aeronaves que descargaban agua.
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Según las autoridades, el fuego es alimentado por una vegetación reseca, por la inusual escasez de humedad en el ambiente en los últimos meses. Además de las altas temperaturas, el “viento de poniente”, que se va a ver incrementado en las próximas horas, dificulta las tareas de extinción.
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