A lo largo de los 12 años en los que el papa Francisco estuvo como líder de la Iglesia católica, intervino en varias ocasiones, con opiniones y reflexiones, pero también con un rol de mediador, en conflictos que estaban afectando la paz en algunas regiones del mundo.
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“Hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común”, dijo el papa en su encíclica de 2020, Fratelli Tutti. Agregó que, mediante el diálogo, se pueden alcanzar “perspectivas nuevas para afrontar los problemas del mundo de hoy y para renovar profundamente desde su interior las estructuras, organizaciones sociales y ordenamientos jurídicos”.
Muchas veces las intervenciones políticas del papa no fueron especialmente actos, sino declaraciones que, por su cargo y nivel de importancia a nivel mundial, hicieron un llamado de atención a todos los fieles e interesados en escucharlo.
Cuba
En 2014, el papa Francisco ayudó a la reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, facilitando encuentros secretos entre ambas partes. Ese año, el papa envió cartas al entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y al presidente cubano, Raúl Castro, llamándolos a “resolver cuestiones humanitarias de interés común, incluida la situación de ciertos prisioneros, con el fin de iniciar una nueva fase en sus relaciones”.
Ambos líderes reconocieron la importancia del llamado. La Santa Sede acogió delegaciones de ambos gobiernos en lo que se describió como las conversaciones clave que permitieron el avance en el proceso.
En otra instancia con Cuba, en enero de 2025, en conversaciones con el presidente de la isla, Díaz-Canel, el papa Francisco medió la liberación de 553 presos en la isla.
El gobierno cubano anunció estas liberaciones “en el espíritu del Jubileo Ordinario de 2025 declarado por Su Santidad”. El jubileo, un año simbólico que ocurre cada 25 años, está marcado por reflexiones sobre reconciliación y perdón.
El papa mantuvo una relación cercana con el líder cubano Raúl Castro, quien en una ocasión declaró: “Si el papa sigue hablando así, volveré a rezar y regresaré a la Iglesia católica”. Esta afirmación reflejó el impacto positivo del pontífice en la política y la sociedad cubanas.
Nicaragua
Uno de los ejemplos más claros de su intervención en asuntos políticos ocurrió con este país. En una entrevista otorgada por el papa a un periodista de con Infobae en el vaticano, el papa calificó al gobierno de Daniel Ortega como una de las “dictaduras groseras” de la actualidad y lo comparó con los regímenes totalitarios del siglo XX.
“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, como si fuera traer dictaduras comunistas del 17 o hitlerianas del 35, las mismas”, afirmó el papa, en referencia a la represión sistemática del régimen sandinista.
Lo dijo especialmente por el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, quien fue condenado a más de 26 años de prisión por criticar al gobierno y, según Ortega, por “difundir noticias falsas” y “atentar contra el Estado”. Francisco señaló que la situación reflejaba un “desequilibrio” en el liderazgo del país.
Las relaciones entre Managua y el Vaticano se deterioraron significativamente desde 2018, marcadas por la persecución a la Iglesia católica. La dictadura de Ortega ha encarcelado sacerdotes, prohibido procesiones religiosas y expulsado del país al representante del papa en Managua, Donaldo Hernández. El gobierno de Nicaragua suspendió las relaciones diplomáticas con el Vaticano en marzo de 2023.
China
Desde hace décadas, la Iglesia católica en China ha estado dividida en dos grupos: la Asociación Patriótica Católica China, supervisada por el Estado y que no reconoce la autoridad del papa, y la Iglesia clandestina, que sigue siendo leal a Roma.
Según cifras de Deutsche Welle, alrededor de seis millones de católicos en China pertenecen a la Iglesia estatal, mientras que otros seis millones practican su fe en la clandestinidad. El Vaticano es el único Estado europeo que no reconoce oficialmente al gobierno chino, manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwán.
En un esfuerzo por encontrar una salida a este conflicto, el Vaticano y China firmaron en 2018 un acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos. Este acuerdo, renovado en 2020 y 2022, establece que los obispos deben ser reconocidos tanto por el papa como por el gobierno chino.
Aunque el Vaticano lo definió como un “acuerdo pastoral” y no político, su contenido exacto nunca ha sido publicado. “Este acuerdo no es el mejor que quisiéramos, pero es un paso adelante”, explicó el papa Francisco en 2019, defendiendo la necesidad de mantener un diálogo con Pekín.
Sin embargo, el Partido Comunista Chino mantiene un control estricto sobre las organizaciones religiosas en el país. Pekín sigue resistiéndose a que el Vaticano tenga la última palabra en la designación de obispos, argumentando que esto representaría una injerencia en sus asuntos internos.
En varias ocasiones, China ha nombrado obispos sin la aprobación del Vaticano, desafiando el acuerdo firmado. Ante estas violaciones, Francisco ha evitado confrontaciones directas, limitándose a expresar su deseo de que “el camino del diálogo continúe con confianza recíproca”.
Guerra Ucrania-Rusia
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, el papa Francisco hizo reiterados llamados a la paz, describiendo a Ucrania como una nación “martirizada” y rogando por el fin de la guerra.
Su postura, sin embargo, generó controversia debido a su reticencia a condenar abiertamente a Rusia y a su insistencia en la negociación como salida al conflicto.
El papa Francisco envió varias misiones diplomáticas y ofreció al Vaticano como mediador en un proceso de paz, aunque estas iniciativas no lograron avances significativos.
En marzo de 2024, en una entrevista con la cadena suiza RSI, el papa dijo que Ucrania debería tener el “coraje de la bandera blanca” y negociar un alto el fuego con Rusia. “Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, tienes que tener el coraje de negociar (...) La palabra negociar es una palabra valiente”.
Sus declaraciones fueron interpretadas por muchos como una sugerencia de rendición por parte de Ucrania, lo que generó fuertes reacciones dentro del país y en el ámbito diplomático.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, aclaró posteriormente que el papa no usó la expresión “bandera blanca” en un sentido de capitulación, sino como un llamado a la tregua y a la búsqueda de la paz mediante la diplomacia. El presidente Volodímir Zelenski no respondió directamente a los comentarios del papa.
En 2023, el papa envió al cardenal Matteo Zuppi a Kiev, Moscú y Washington con el objetivo de explorar posibles salidas diplomáticas al conflicto. “Uno puede sentir vergüenza (de negociar), pero ¿cuántos muertos se va a llevar la guerra?”, dijo Francisco, reiterando su postura pacifista y su llamado a buscar una solución antes de que el conflicto se agravara aún más.
Guerra Israel-Hamás
El papa Francisco destacó en la comunidad internacional al expresar su profunda preocupación por el conflicto entre Israel y Hamás, especialmente en relación con el impacto en la población civil de Gaza.
Durante este periodo y antes de su muerte, el papa mantuvo contacto con el padre Jamal Khader, un sacerdote de la ciudad de Belén, en Palestina. Su relación comenzó en 2014, cuando Francisco visitó Tierra Santa y se reunió con líderes religiosos locales, incluyendo a Khader. Él le compartió al pontífice las dificultades que enfrentaban las comunidades cristianas palestinas y la situación de la población en Belén en medio del conflicto.
En diciembre de 2024, durante un discurso ante diplomáticos en el Vaticano, el papa calificó la situación en Gaza como “muy grave y vergonzosa”. En su mensaje, leído por un asistente debido a un resfriado, fue contundente: “No podemos aceptar de ninguna manera el bombardeo de civiles. No podemos aceptar que los niños mueran de frío porque los hospitales han sido destruidos o la red energética ha sido atacada”.
La respuesta de funcionarios israelíes fue que el papa ignoraba la “crueldad” de Hamás, argumentando que “los terroristas se esconden detrás de niños mientras intentan asesinar a niños israelíes” y que más de 100 personas seguían secuestradas en Gaza.
No obstante, el papa Francisco también se pronunció sobre el antisemitismo. En enero de 2025, en el aniversario de la liberación de Auschwitz, pidió a la comunidad internacional “trabajar juntos para erradicar el flagelo del antisemitismo, junto con toda forma de discriminación y persecución religiosa”. También destacó la importancia de la educación en valores de fraternidad y reconciliación para evitar que la historia se repita.
Uno de los momentos más controvertidos ocurrió cuando, según la Agencia Estatal de la República Islámica de Irán (IRNA), el papa Francisco habría manifestado que “no tiene problemas con los judíos, el único problema es Netanyahu”. En esta misma entrevista dijo que “no hay nadie que tenga derecho a pisotear los derechos humanos y limitar su libertad. Pero hoy hay quienes quieren esclavizar a los seres humanos y a la humanidad para conseguir sus objetivos”. IRNA presentó esta afirmación como una crítica a Israel, aunque el Vaticano nunca confirmó ni desmintió tales declaraciones.
En la misma línea, la última gran controversia se generó cuando el gobierno israelí respondió enérgicamente luego de que el papa sugiriera que se verificara si se estaba produciendo “un genocidio” en Gaza, además de sus mensajes navideños en los que expresó su dolor por “los niños ametrallados en Gaza”.
En su autobiografía Esperanza, publicada en diciembre de 2024, el papa habló sobre la violencia en Gaza y afirmó que matar a civiles indefensos “también es terrorismo”, un mensaje que dejó claro que su condena a la violencia no estaba dirigida solo a un lado del conflicto, sino a cualquier forma de ataque contra inocentes.
La crisis migratoria
El papa Francisco desempeñó un papel en la defensa de los migrantes y refugiados, utilizando su influencia para abogar por políticas más humanas y solidarias.
Visitas a Lampedusa, Italia, y Lesbos, Grecia
En su primer viaje apostólico fuera de Roma, el 8 de julio de 2013, el papa Francisco visitó la isla italiana de Lampedusa, un punto de llegada para muchos migrantes que cruzaban el Mediterráneo. Durante su visita, denunció la “globalización de la indiferencia” y rindió homenaje a quienes habían perdido la vida en el mar buscando una vida mejor.
De manera similar, el 16 de abril de 2016, viajó a la isla griega de Lesbos junto con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y el arzobispo ortodoxo de Grecia, Jerónimo II. Este gesto buscó mostrar solidaridad con los refugiados y llamar la atención sobre la crisis migratoria en Europa. Al finalizar su visita, el papa llevó consigo a tres familias de refugiados sirios, ofreciéndoles asilo en el Vaticano.
Discurso en la Casa Blanca (2015)
Durante su visita a Estados Unidos, el 23 de septiembre de 2015, el papa Francisco pronunció un discurso en la Casa Blanca, donde expresó su gratitud por la acogida en un país construido por familias inmigrantes. En sus palabras: “Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias.” Este reconocimiento subrayó la importancia de la contribución de los inmigrantes en la construcción de la nación estadounidense.
Situación de los migrantes venezolanos
El papa Francisco manifestó en diversas ocasiones su profunda preocupación por la crisis humanitaria en Venezuela, que llevó a millones de venezolanos a emigrar a países vecinos. En agosto de 2024, tras las elecciones presidenciales en Venezuela, el papa expresó su inquietud por la situación crítica del país, instando a todas las partes a “buscar la verdad”, ejercer moderación y evitar cualquier tipo de violencia.
Hizo un llamado a solucionar los conflictos mediante el diálogo, priorizando el bienestar de la población sobre los intereses partidistas.
En septiembre de 2024, durante una entrevista, reiteró su llamado al diálogo en Venezuela y advirtió que “las dictaduras no sirven y terminan mal antes o después”. Aunque se mostró cauto al opinar sobre la situación política específica, respaldó el mensaje de los obispos venezolanos que solicitaron transparencia en el proceso electoral.
Postura frente a políticas migratorias de EE. UU. durante mandato de Donald Trump (2025)
En 2025, durante los inicios del segundo mandato del presidente Donald Trump, el papa Francisco criticó las políticas de deportaciones masivas de migrantes. En una carta dirigida a los obispos estadounidenses, señaló que tales medidas representaban una “grave crisis” que afectaba la dignidad humana y advirtió que “terminarían mal”. “No podemos cerrar los ojos ante el sufrimiento de quienes buscan una vida mejor. Las políticas que separan familias y criminalizan la migración van en contra del Evangelio y de nuestra humanidad compartida”, escribió el papa.
También rechazó la criminalización de los migrantes y enfatizó la necesidad de acoger a quienes huían de la pobreza y la violencia. “Ningún ser humano es ilegal ante los ojos de Dios. La migración es parte de la historia de la humanidad, no un crimen”, declaró en una audiencia general en el Vaticano.
Asimismo, el papa Francisco cuestionó el uso de argumentos teológicos para justificar políticas migratorias restrictivas, resaltando que el amor cristiano debía extenderse a todas las personas sin excepción. “La fe no puede usarse como excusa para rechazar al hermano necesitado”, afirmó en una homilía en la Basílica de San Pedro.
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