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En medio del luto, y mientras avanzan las honras fúnebres del papa Francisco en el Vaticano, empiezan a resurgir historias sobre otros funerales papales que marcaron la historia, como la impactante ceremonia de Pío XII.
Pío XII, nacido como Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, murió el 9 de octubre de 1958 a los 82 años, tras haber liderado la Iglesia durante casi dos décadas, en medio de los años más oscuros del siglo XX, incluyendo la Segunda Guerra Mundial.
Su funeral sigue siendo recordado no solo por la tragedia corporal que lo enmarcó, sino por marcar un antes y un después en los protocolos de conservación papal.
¿Quién era Pío XII?
Antes del trágico desenlace, Pío XII había sido una figura clave en la diplomacia vaticana. Nacido en 1876 en una familia noble romana, estudió teología y derecho canónico, y fue ordenado sacerdote en 1899.
Su carrera eclesiástica estuvo marcada por su paso como nuncio en Alemania durante los años previos al nazismo, lo que le dio una visión geopolítica que lo acompañaría durante su papado.
En 1939, tras la muerte de Pío XI, Pacelli fue elegido papa tras solo tres votaciones, en el mismo día en que cumplía 63 años.
Escogió el nombre de Pío XII como gesto de continuidad con su antecesor, de quien había sido estrecho colaborador.
Su muerte, sin embargo, quedó eclipsada por un funeral que terminó en desastre.
¿El cuerpo de Pío XII explotó?
Pío XII había solicitado que no se embalsamara su cuerpo. En lugar de ello, su médico personal, Riccardo Galeazzi-Lisi, aplicó un método experimental a base de hierbas aromáticas y celofán, con la intención de preservarlo. El resultado fue un desastre.
Durante la capilla ardiente en el Palacio de Castelgandolfo, el cadáver comenzó a descomponerse rápidamente, despidiendo un olor insoportable. Las autoridades del Vaticano decidieron cerrar el ataúd, pero el daño ya estaba hecho. La acumulación de gases corporales provocó una explosión que deformó el rostro del pontífice, le hizo perder la nariz y ennegreció sus extremidades.
Para disimular el deterioro, el cuerpo fue amarrado y se le colocó una máscara de cera antes del entierro. El episodio, considerado uno de los más bochornosos en la historia reciente de la Santa Sede, terminó también con la carrera de Galeazzi-Lisi, quien fue despedido, expulsado del Colegio Médico y vetado de por vida del Vaticano.
¿Cómo se conservó el cuerpo del papa Francisco?
A diferencia del fallido método experimental aplicado a Pío XII, el cuerpo del papa Francisco fue tratado con una técnica moderna llamada tanatopraxia, que permite conservar el cadáver durante varios días sin necesidad de embalsamarlo ni momificarlo.
Este procedimiento, de raíces milenarias, consiste en desinfectar, higienizar e hidratar el cuerpo, además de reemplazar la sangre por líquidos conservantes mediante el uso de bombas arteriales. También se aplican resinas y maquillaje para mantener el color natural de la piel. Gracias a esta técnica, el cuerpo puede ser expuesto por hasta dos semanas antes de que inicie la descomposición biológica.
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