
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El papa Francisco continúa con su recuperación en el Vaticano tras haber estado hospitalizado durante 38 días por una grave infección respiratoria. De acuerdo con la oficina de prensa de la Santa Sede, su estado de salud es estable y ha mostrado progresos, especialmente en su capacidad para hablar.
El pontífice, de 88 años, fue dado de alta el 23 de marzo del hospital Gemelli de Roma, donde recibió tratamiento por una neumonía bilateral. Sus médicos le han prescrito una convalecencia de al menos dos meses, durante la cual sigue bajo estricta supervisión médica y continúa con un tratamiento farmacológico y sesiones de fisioterapia respiratoria y motora.
Un reciente análisis de sangre arrojó resultados normales, y una radiografía de tórax confirmó una leve mejoría en la infección pulmonar que afectó su salud. Aunque ha logrado reducir su dependencia del oxígeno por períodos cortos, aún requiere cánulas nasales con flujo elevado, especialmente por la noche o cuando lo necesita.
El papa alterna su rehabilitación con el trabajo y puede permanecer sentado en su escritorio para leer y firmar documentos. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido visitas y su participación en eventos próximos, como la bendición ‘Urbi et Orbi’ del Domingo de Resurrección, sigue siendo incierta.
En cuanto a su estado de ánimo, fuentes vaticanas aseguran que es bueno y que, aunque no recibe visitas, está acompañado por sus colaboradores y personal médico. Además, mantiene comunicación con otras personas a través del teléfono.
Mientras sigue en recuperación, Francisco continuará sin presidir la audiencia general de los miércoles, y el texto de su catequesis será difundido por escrito. En la misa del próximo domingo, dedicada al Jubileo de los enfermos, se leerá la homilía que el pontífice había preparado previamente.
La única aparición pública del papa desde su hospitalización ocurrió el 23 de marzo, cuando fue dado de alta. En esa ocasión, se le vio visiblemente debilitado, con rasgos marcados y la voz frágil, lo que evidencia la gravedad de la enfermedad que enfrentó y el tiempo que aún necesita para una recuperación plena.
El pasado domingo, Francisco instó a los católicos a vivir la Cuaresma como un “tiempo de curación”, en el séptimo rezo del Ángelus en el que no estuvo presente. En un mensaje publicado en su lugar, el pontífice escribió: “Yo también lo estoy experimentando así, en el alma y en el cuerpo”. Además, expresó su preocupación por los conflictos en Ucrania, los territorios palestinos e Israel, Líbano, la República Democrática del Congo y Birmania, así como la situación en Sudán del Sur. También destacó el acuerdo fronterizo entre Kirguistán y Tayikistán como un “excelente logro diplomático” para la estabilidad en Asia Central.
*Con información de EFE y AFP
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
🌏📰🗽 Le puede interesar nuestro plan superprémium, que incluye acceso total a El Espectador y a la suscripción digital de The New York Times. ¡Suscríbase!
📧 📬 🌍 Si le interesa recibir un resumen semanal de las noticias y análisis de la sección Internacional de El Espectador, puede ingresar a nuestro portafolio de newsletters, buscar “No es el fin del mundo” e inscribirse a nuestro boletín. Si desea contactar al equipo, puede hacerlo escribiendo a mmedina@elespectador.com