Las cosas están desapareciendo de Jersón (Ucrania). Las tropas rusas se están llevando ambulancias, tractores, autos y hasta las esculturas de los museos de arte. “Incluso los huesos del amigo y amante de Catalina la Grande, Grigory Potemkin, fueron extraídos de una cripta en la catedral de Santa Catalina y se los llevaron”, informó The Guardian.
El New York Times dio un informe similar: “con las fuerzas rusas y ucranianas aparentemente preparándose para la batalla por la ciudad de Jersón, las marcas del Kremlin están desapareciendo de las calles de la ciudad”.
Las señales de lo que podría pasar no son muy claras. Los rusos también han estado deportando ciudadanos locales: el ejército de ese país dice que está sacando a más de 5.000 civiles al día en la región de Jersón, territorio del sur de Ucrania anexado ilegalmente por Rusia. “La población civil no debería sufrir los bombardeos resultantes de medidas ofensivas”, dijo Vladimir Putin.
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Algunos residentes le contaron al Times que los soldados rusos, las patrullas y los puestos de control prácticamente desaparecieron. “La bandera tricolor rusa, izada sobre las oficinas gubernamentales, desapareció el jueves del principal edificio administrativo regional y otros sitios”, informó el diario estadounidense.
Las autoridades tratan de convencer a los habitantes de Jersón, y dicen que el objetivo de la evacuación es no poner en riesgo su seguridad. ”A la gente le cuesta aceptar la nueva realidad, pero tratamos de convencerlos. Les aseguramos que todo esto es temporal y es por su propio bien, es para salvar vidas”, comentó el vicegobernador prorruso, Kiril Stremoúsov, según informó EFE.
Todo esto generó especulaciones, y se decía que Moscú estaba a punto de abandonar la ciudad, algo que tendría sentido, pues las tropas ucranianas se acercan cada vez más a la zona, según datos de The Guardian.
Pero los rusos no se han ido del todo de la región. “Probablemente, sea un truco”, dijo Alyona Lapchuk al Observer. “Los rusos se disfrazan de civiles y se esconden en las casas”, agregó. Los funcionarios ucranianos también advirtieron que las tropas rusas podrían estar tendiendo una trampa al dar pistas sobre una retirada.
“Estamos recibiendo información contradictoria. Hay un movimiento de la margen derecha a la margen izquierda. Es difícil entender cuál es exactamente la intención rusa”, dijo Serhii Khlan, subjefe del consejo regional de Jersón, de acuerdo con The Guardian.
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El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) sostuvo que “las fuerzas rusas están estableciendo las condiciones para una retirada ordenada de la orilla occidental del río Dnipro para evitar una derrota en la región de Jersón”.
Agregaron que, según datos del Comando Operativo Sur de Ucrania, las fuerzas rusas “están abandonando algunos puestos de control, redistribuyendo personal y equipo, y equipando nuevas posiciones defensivas, que serían en consonancia con un esfuerzo ruso para establecer posiciones de reserva en la orilla izquierda (este) del río Dnipro”, comentaron los investigadores.
Un movimiento que algunos residentes locales vieron como una señal siniestra de los preparativos para arrasar la ciudad, como escribió Marc Santora del Times. “Hay poco pánico evidente en la ciudad, aunque algunos vecinos dicen creer que es cuestión de tiempo que empiecen a caer las bombas”, se lee en la publicación del diario estadounidense.
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