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El jueves 8 de mayo de 2025 pasó a la historia como el día en el que se conoció el nombre del sucesor de Francisco. En un cónclave que duró dos días, los cardenales católicos eligieron a Robert Francis Prevost, nacido en Estados Unidos y nacionalizado en Perú, como el nuevo sumo pontífice. Él, que decidió darse a conocer como el papa León XIV, fue considerado uno de los pocos purpurados partícipes de la elección en tener una visión más global de la Iglesia, y eso en parte se lo debe a su aproximación a Latinoamérica. De hecho, a lo largo de su vida religiosa ha visitado varias veces Colombia.
El canonista Hernán Olano recuerda que el ahora pontífice estuvo en Bogotá, Barranquilla, Bojacá, Facatativá, Chía, Villeta y Medellín, ciudad en la que ofició una misa en la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo y visitó el colegio que tiene el mismo nombre. Menciona que sus giras de 2007 y 2012 las realizó como superior de los agustinos, la orden a la que pertenece desde hace años. En 1985, de hecho, se unió a la de Perú, donde sirvió por cerca de dos décadas y se convirtió en obispo. En 1999 fue nombrado prior provincial de esa misma comunidad en Chicago, la ciudad en la que nació, y poco después fue designado prior general.
El fray Sergio Daniel Fonseca, que pertenece a la Orden de San Agustín, recuerda que estas visitas a territorio colombiano se dieron antes de que fuera obispo y cardenal, haciendo recorridos canónicos, recibiendo procesiones religiosas y acompañando los problemas de la comunidad. “Es una alegría que este hermano agustino, cercano a América Latina, sea el nuevo pontífice romano”, agrega el religioso: “Será un signo elocuente en su predilección por Colombia, como lo fue Francisco, y en el apoyo a los innumerables procesos sociales”.
Él espera, en ese sentido, que el nuevo jerarca de los católicos se mantenga en la misma línea de su antecesor de apoyar a la población migrante, porque es una realidad que conoce de primera mano en la región y en Estados Unidos, y también a la población más pobre, pues le ha tocado hacerle frente a la cruda realidad de la hambruna en países africanos. “Él conoce las realidades humanas y escucha al pueblo”, menciona Fonseca.
Olano coincide en ese punto y además recalca el precedente que tiene el actual papa del legado que dejó León XIII, quien elaboró en 1891 la encíclica Rerum Novarum, un documento fundamental que marcó un antes y un después en la postura de la Iglesia con respecto a las condiciones laborales y a los derechos de los trabajadores, desarrollando así la Doctrina Social de la Iglesia. Su nombramiento, además, lo lee como un honor para la institución en Norteamérica, donde se han documentado casos de abusos sexuales, como los registrados en Boston.
Las posturas sociales del papa León XIV
Él coincide en el discurso de Jorge Bergoglio sobre la población pobre y los migrantes, teniendo en cuenta que tiene ascendencia española por el lado de su mamá, así como francesa e italiana por la rama paterna. De hecho, en declaraciones al sitio web del Vaticano, dijo: “El obispo no debe ser un principito sentado en su reino”. Al contrario, está llamado a “ser auténticamente humilde, a estar cerca de las personas a las que sirve, a caminar con ellas, a sufrir con ellas”.
Ahora bien, se distancia de Francisco con respecto a sus posturas frente a la comunidad LGBTI. Al respecto, ha realizado afirmaciones menos abiertas que las de su antecesor. Por ejemplo, en 2012, durante un discurso que dio ante los obispos, comentó que lamentaba la exaltación de formas de vida contrarias al Evangelio, refiriéndose a la unión entre parejas del mismo sexo y a sus hijos adoptivos. Además, siendo obispo de la ciudad peruana de Chiclayo, se opuso a un plan gubernamental para incorporar la enseñanza de género en las escuelas.
En el país suramericano se le reconoce su trabajo por los migrantes venezolanos y por las comunidades remotas, pero también se le ha asociado con críticas que lo vinculan con encubrir casos de abusos sexuales. La diócesis de Chiclayo negó categóricamente todas las acusaciones y aseguró que se trata de una campaña de desprestigio.
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