Ucrania es un país bendecido por la riqueza y condenado por la ambición. Bajo sus tierras se esconden tesoros inigualables que lo convierten en la nación europea con los yacimientos más grandes de elementos químicos esenciales en la elaboración de productos tecnológicos. Las llamadas tierras raras, un grupo de 17 elementos químicos esenciales para gran variedad de productos de alta tecnología, abundan en el subsuelo y por eso ahora todos quieren con Ucrania.
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El primero que vio que el país estaba sentado sobre una “mina de oro” fue Vladímir Putin. El presidente ruso, con su sueño expansionista y revisionista, decidió hace tres años que unas regiones de ese país eran suyas. A las malas y a punta de pistola, se anexó Donetsk y Lugansk, en el este, y está detrás de Jersón y Zaporiyia, en el sur. Autoridades ucranianas dicen que su país tiene depósitos de “la mitad de los 50 minerales que Estados Unidos ha identificado como críticos para su economía y seguridad nacional”.
Pero qué curioso que justo esas regiones, Donetsk y Lugansk, además de Dnipropetrovsk, centro de las ambiciones de Putin, son las que tienen los depósitos más grandes de tierras raras. El 50 % de las zonas hoy en disputa con el líder del Kremlin tienen lantano y neodimio, materiales muy apetecidos por las grandes empresas tecnológicas y militares porque son claves para la elaboración de televisores, turbinas, celulares, armas, dispositivos electrónicos y algo muy en tendencia por estos días: las baterías para carros eléctricos.
Ucrania tiene minerales como titanio, uranio, grafito y litio, también vitales para muchos desarrollos en toda la industria. Están en Donetsk, Zaporiyia, Dnipropetrovsk, Kirovogrado, Kirovogrado, Zhitómir y la región de Novopoltavsk, zonas en las que hay presencia militar de Rusia, que espanta inversionistas de otros países que buscan también quedarse con una tajada de esos recursos. La firma canadiense SecDev valoró las reservas ucranianas en miles de billones de dólares, pero advirtió que “algunos depósitos son inaccesibles porque están en tierras ocupadas por Rusia”.
El único, además de Moscú, que se atreve a poner sus codiciosos ojos en esas tierras es Estados Unidos. Donald Trump, que se ha dedicado a chantajear, acorralar y maltratar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo hace poco en una entrevista en Fox News: “Les dije que quiero el equivalente a US$500.000 millones en tierras raras y ellos han accedido”.
“Estamos buscando hacer un acuerdo con Ucrania donde ellos asegurarán lo que les estamos dando con sus tierras raras y otras cosas (...). Estamos invirtiendo cientos de miles de millones de dólares. Tienen grandes tierras raras y quiero la seguridad de ellas, y ellos están dispuestos a hacerlo”, dijo el republicano el 3 de febrero.
Zelenski protestó y comentó que no era así y que no cedería, pero terminó “acordando detalles” del pacto sobre minerales, cuyo contenido todavía se desconoce, pero que se supone que será concretado este viernes 28 de febrero en Washington.
Trump ya cantó victoria y adelantó que se llenará los bolsillos: “Hemos podido llegar a un acuerdo en el que recuperaremos nuestro dinero y obtendremos mucho en el futuro”. De hecho, un amigo suyo ya licitó por explotar la mina más grande de uranio que tiene Ucrania.
Se trata de Ronald Lauder, heredero de Estée Lauder (el dueño del emporio de skincare), amigo universitario de Trump y con quien comparte el amor por el dinero y la ambición por las tierras raras. Según el libro ‘The Divider: Trump in the White House, 2017-2021’, fue él quien le metió al presidente en la cabeza dos cosas: apropiarse de Groenlandia y de los minerales de Ucrania.
“Un amigo mío, un empresario realmente experimentado, piensa que podemos conseguir Groenlandia”, le dijo Trump a su asesor de Seguridad Nacional, según el libro. ¿La razón? La misma por la que quiere el trato con Ucrania: minerales necesarios y escasos para la industria hoy. La prensa estadounidense menciona que Lauder ya licitó por un gran yacimiento de uranio en Kiev.
¿Una estupidez como dijo Gustavo Petro?
Ucrania y Europa temen ser excluidas de una negociación con Rusia para terminar la guerra, y eso comprometería su seguridad. Días antes de firmar el plan, el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que estaba abierto a ofrecer a Estados Unidos acceso a minerales raros, incluidos los de las regiones de Ucrania ocupadas por las fuerzas de Moscú. Tras la reunión en Arabia Saudita, en donde ni la Unión Europea ni Kiev tuvieron presencia, el miedo aumentó. “Todo puede decidirse a nuestras espaldas”, aseguraron voces europeas en condición de anonimato.
Por ahora, el pacto no contempla compromisos de Estados Unidos para la seguridad de Ucrania. El presidente Zelenski dice que ese tema está sobre la mesa y espera concretarlo. Fuentes ucranianas le dijeron a la agencia de noticias AFP que Trump retiró las cláusulas desfavorables que provocaban la reticencia de Kiev.
Según el medio Kyiv Independent, se acordó destinar el 50 % de los beneficios de la explotación de los recursos naturales ucranianos, que todavía están por explotar, a un fondo de inversión conjunto sobre el que Trump tendrá un mayor poder de decisión. Kiev no habría conseguido que Washington se comprometa a seguir apoyando militarmente a Ucrania. Esos recursos, además de tierras raras, incluyen minerales, petróleo y gas.
Zelenski está en el ojo del huracán. Incluso el presidente colombiano tachó de estupidez haber cedido sus recursos en un mal acuerdo con Estados Unidos, pero la presión fue demasiada. Además del anuncio de Trump de obligarle a pagar por la ayuda y las armas que su país le ha dado durante la guerra, el enviado especial de la Casa Blanca, Keith Kellogg, le advirtió al líder ucraniano que, si no firmaba pronto, existía la posibilidad de retirar el acceso a internet proporcionado por los satélites de Starlink, la empresa de Elon Musk. Esto es clave para Ucrania, ya devastada por la guerra y con una crisis humanitaria y económica latente, en su tarea de defensa frente a los ataques de Rusia.
¿Qué minerales tiene Ucrania?
Analistas consultados por CNN mencionaron que lo que Trump quiere es dejar de depender de China para este tipo de recursos. The Economist informó que Pekín representa más del 80 % de las importaciones de tierras raras para Estados Unidos, aunque solo tiene el 37 % de las reservas mundiales. De ahí se entiende que quiera hacer un acuerdo totalmente desigual para Ucrania, que es el país con más reservas de 17 minerales que Putin también desea. Por eso el afán de negociar entre los dos, dejando por fuera a Ucrania.
La geografía ucraniana nos revela lo siguiente: según datos de la prensa de ese país y del Foro Económico Mundial, que estima que Ucrania posee el 7 % de las reservas mundiales de titanio, las mayores del mundo, el país tiene en buena parte de su territorio estos elementos: titanio, litio, berilio, manganeso, galio, uranio, circonio, grafito, apatita, fluorita y níquel.
La Universidad Nacional de Minería de Ucrania-Dnepropetrovsk, que tiene más de un siglo de historia, y la Escuela Superior de Minas de Katerinoslav (ESMK) tienen identificados estos elementos por zonas:
Dnepropetrovsk: aquí abundan la monacita y la ilmenita, utilizados en la producción de metales que se usan en electrónica, imanes y baterías. La ilmenita es clave para la purificación del agua, entre muchos otros usos.
Kirovogrado: monacita, bastnasita y rutilo para el titanio, claves para la fabricación de metales, iluminación, producción de gas, etc.
Donetsk y Zaporiyia: monacita, bastnasita, titanio, zirconio. Los dos últimos son muy deseados en el tema de salud médica. Son materiales biocompatibles que se utilizan en la medicina y, además, en la elaboración de algunas armas.
Zhitómir: monacita y xenotima, que se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones tecnológicas, como imanes permanentes, baterías, pantallas de televisores y monitores, y lámparas de alta eficiencia energética.
Novopoltavske, se proyecta que es el lugar del mundo con más tierras raras, donde hay monacita y bastnasita, vitales para producir baterías recargables y para la transición hacia energías renovables.
Los minerales que también quiere Trump son el litio, el grafito y el uranio, esencial para aplicaciones militares y energía nuclear.
Los 17 minerales y tierras raras más deseados de Ucrania
- Lantano
- Cerio
- Praseodimio
- Neodimio
- Prometio
- Samario
- Europio
- Gadolinio
- Terbio
- Disprosio
- Holmio
- Erbio
- Tulio
- Iterbio
- Lutecio
- Escandio (metal)
- Itrio (metal)
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