Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Diez años le tomó a la jueza francesa Xavière Simeoni desenredar una complicada operación corrupta en la cual el principal protagonista sería el ex presidente galo Jacques Chirac, quien gobernó al país entre 1995 y 2007.
En una orden emitida el viernes, Simeoni ordenó que el ex mandatario tendrá que presentarse ante el Tribunal Correccional de París para explicar por qué, durante los años en que se desempeñó como alcalde de la capital (1977 a 1995), su administración creó una nómina paralela para favorecer a terceros con dineros públicos.
La investigación analizó con cuidado 481 nombramientos realizados por Chirac, y encontró que 21 de ellos eran ficticios; de esta forma, el dinero de los parisinos fue a parar a manos de celebridades, amigos personales del ex gobernante y miembros del partido RPR, el cual creó en 1976.
Chirac se convierte en el primer jefe de Estado francés en ser procesado por la justicia, incómodo honor que compartirá con otros nueve implicados, entre ellos Jean de Gaulle, nieto del general Charles de Gaulle, héroe de la II Guerra Mundial.
La jueza Simeoni también desestimó un alegato del fiscal general, Jean-Claude Marin (nominado por el propio acusado), que buscaba derrumbar el caso porque, a su juicio, el delito proscribió hace 10 años.
El funcionario, que según críticos estaría siguiendo órdenes del presidente Nicolás Sarkozy, antiguo aliado de Chirac, anunció que apelará esta decisión.
El ex mandatario manifestó por medio de un comunicado de prensa que acatará la decisión. “Estoy sereno y determinado a mostrarle al tribunal que ninguno de los contratos en duda se firmaron para crear empleos ficticios”, apuntó.
La acusación surge una semana antes de la publicación de las memorias del ex gobernante, que según medios europeos goza de una gran popularidad.
Por Redacción Internacional
