Rusia desplegó desde hace semanas decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania que, según los países occidentales, están listos para invadir al vecino.
La decisión de Putin pone fin al proceso de paz bajo la mediación de Francia y Alemania, que preveía la vuelta de los territorios al control de Kiev a cambio de una amplia autonomía para resolver el conflicto iniciado en 2014 tras la anexión rusa de Crimea y que ha causado más de 14.000 muertos.
Washington y sus aliados anunciaron que darán a conocer nuevas sanciones contra Rusia, mientras China pidió “contención” a las partes involucradas en el conflicto.
El embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, aseguró en el Consejo de Seguridad que su país sigue “abierto a la diplomacia”, aunque insistió en la necesidad de defender a las regiones separatistas.