Desde hacía mucho tiempo la Comisión Europea abrió expedientes a Chipre y Malta por la manera como estaban concediendo la nacionalidad a ciudadanos que no pertenecen a la Unión Europea. De acuerdo con la información, a cambio de una “sustanciosa inversión en alguno de esos países” era posible obtener el pasaporte.
La Comisión Europea dice que este sistema “socaba la esencia de la ciudadanía europea”.
El sistema de “pasaportes dorados” que cuestiona Bruselas implica que una persona puede adquirir la ciudadanía maltesa o chipriota - y por extensión la europea - mediante un pago o inversión en este país y sin “ningún vínculo genuino” con él, que habitualmente es un requisito para obtener otras nacionalidades.
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“La Comisión cree que conceder la ciudadanía europea por unos pagos o inversiones predeterminadas y sin ningún vínculo real con el estado miembro en cuestión socava la esencia de la ciudadanía europea”, señaló este organismo en un comunicado.
Soberanía
Aunque cada país es soberano para decidir las condiciones por las que otorga o retira su nacionalidad a una persona, el sistema que elija tiene que estar en línea con las normas europeas.
Bruselas recordó que una persona de un tercer país que adquiera la nacionalidad de un Estado miembro pasa a disfrutar de manera automática derechos como el de residir, trabajar o viajar libremente dentro del territorio europeo, así como el de votar en las elecciones municipales o al Parlamento Europeo.
“Los efectos de estos sistemas no están limitados a los Estados miembros que los operan ni son neutrales respecto a otros Estados miembros y la Unión Europea en su conjunto”, advirtió la Comisión.
Tanto Malta como Chipre tienen ahora dos meses para responder a este primer aviso antes de que la Comisión continúe el expediente, si bien Chipre ya anunció la semana pasada sus planes para retirar su programa Ciudadanía por Inversión al revelarse la supuesta implicación del presidente del Parlamento en un escándalo de venta de pasaportes a inversores con antecedentes penales.
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El programa fue lanzado por Chipre tras la crisis económica de 2013 que sacudió al país, y gracias a él ha ingresado más de siete mil millones de euros a través de la concesión de pasaportes a 7.000 inversores, entre los cuales hubo rusos, chinos y ucranianos involucrados en casos de corrupción.
Gracias a este programa, un inversor obtiene el pasaporte chipriota al invertir dos millones de euros en bienes raíces y donar 100.000 euros al fondo de investigación y desarrollo del Gobierno, más otros 100.000 a la Organización de Desarrollo de la Tierra.
Para obtener permisos de residencia permanente en Chipre para toda la familia (incluidos los padres del solicitante principal, su cónyuge y los hijos a su cargo de hasta 25 años), el solicitante debe invertir 300.000 euros en propiedades inmobiliarias.
Rusia también vende pasaportes
Otros países del mundo también conceden nacionalidades de esa forma. BBC señala que en Reino Unido, por ejemplo, si una persona invierte US$2,65 millones adquiere el permiso de residencia. Recuerda que naciones como España y Grecia también habilitaron este sistema de nacionalidad en momentos de crisis.
En países como Rusia, también aprobaron este sistema. La Comisión de Actividades Legislativas del Gobierno ruso autorizó un proyecto de ley que simplifica la obtención del permiso de residencia para los extranjeros. Al igual que Malta y Chipre solo exigen una inversión en ese país.
Los criterios no han sido definidos, pero según un documento publicado previamente por el Ministerio de Desarrollo Económico estipula como requisito una inversión de al menos $130.000 dólares.
El requerimiento fundamental es que el aplicante no tenga vínculos con actividades criminales. La familia del beneficiario también puede verse cobijada por el sistema de pasaportes.