Nord Stream 1 y 2, nuevas imágenes submarinas apuntan a una explosión
El gasoducto, ubicado en el mar Báltico, había quedado sin posibilidad de ser usado después de las fugas registradas a finales de septiembre. Se siguen investigando las causas, pero las nuevas imágenes submarinas dejan ver metales retorcidos y la falta de una sección de al menos 50 metros.
Se publicaron las primeras imágenes submarinas del gasoducto Nord Stream 1. El video, tomado con un dron submarino, muestra los daños que sufrió la tubería el pasado 26 de septiembre. A partir de las imágenes, se concluyó que falta una sección de al menos 50 metros.
Se trata de la principal vía de entrada de gas ruso a Alemania. Está ubicado en el mar Báltico y permanece cerrado desde principios de septiembre.
Al verse metales retorcidos y desgarros, se ha dicho que son rastros evidentes de una explosión con conjeturas sobre la responsabilidad de Rusia en los posibles hechos de sabotaje.
El 26 de septiembre se registraron gigantescas fugas que se vieron como grandes burbujeos en el mar Báltico.
Rusia ha negado haber provocado ese incidente. De todas formas, Occidente acusa al Kremlin de usar el suministro de gas para presionar a los gobiernos europeos que dependen de él para que dejen de apoyar a Ucrania.
Se publicaron las primeras imágenes submarinas del gasoducto Nord Stream 1. El video, tomado con un dron submarino, muestra los daños que sufrió la tubería el pasado 26 de septiembre. A partir de las imágenes, se concluyó que falta una sección de al menos 50 metros.
Se trata de la principal vía de entrada de gas ruso a Alemania. Está ubicado en el mar Báltico y permanece cerrado desde principios de septiembre.
Al verse metales retorcidos y desgarros, se ha dicho que son rastros evidentes de una explosión con conjeturas sobre la responsabilidad de Rusia en los posibles hechos de sabotaje.
El 26 de septiembre se registraron gigantescas fugas que se vieron como grandes burbujeos en el mar Báltico.
Rusia ha negado haber provocado ese incidente. De todas formas, Occidente acusa al Kremlin de usar el suministro de gas para presionar a los gobiernos europeos que dependen de él para que dejen de apoyar a Ucrania.