El 15 de abril de 2019, un gigantesco incendio asoló esta obra maestra del arte gótico en París, provocando el derrumbe de su armazón, aguja, reloj y parte de su bóveda. La restauración ya superó los 163 millones de dólares y continuará en marcha para que esta catedral pueda abrir nuevamente sus puertas en 2024.