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La Organización Internacional para la Migración (OIM) alertó este jueves del peligro que corren los 500 migrantes que están en una barcaza a la deriva en el Mediterráneo Central que está siendo ignorada por las autoridades gubernamentales de Malta e Italia.
“500 personas a bordo de una embarcación con el motor averiado en la zona del SAR maltés. Ante la falta de intervención de las autoridades marítimas, el barco Life Support de la ONG Emergency está buscando a la embarcación”, confirmó el portavoz para el Mediterráneo de la agencia de las Naciones Unidas, Flavio Di Giacomo.
Giacomo criticó que “otra vez” se esté tardado “muchísimo tiempo para salvar vidas en el mar”.
La primera alerta la dio este martes por la noche Alarm Phone, la organización que recibe las llamadas de socorro emitidas por los barcos en apuros y que alerta a las autoridades y otras ONG de su presencia.
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Según Alarm Phone, los migrantes indicaron que huyeron de Libia hace varios días pero el motor de la embarcación se estropeó cerca de la costa libia y el agua comenzaba a inundar la embarcación.
Esa petición fue atendida por la ONG Emergency, cuyo buque Life Support, se dirige “a contrarreloj” hacia la ubicación del barco en apuros y espera llegar a la noche para prestar socorro, indicó en sus redes sociales.
“Hemos pedido a Italia y Malta que coordinen las operaciones, pero ninguna autoridad ha aceptado hasta ahora asumir la responsabilidad de los rescates”, denunció la ONG, que se mostró “preocupada” por el destino de las personas, ya que tienen el “derecho de ser atendidas”.
En un vídeo a bordo del buque humanitario divulgado en sus redes sociales, Albert Mayordomo, asumió que cuando lleguen podrían encontrar a “algunas personas en el mar, en estado de inconsciencia o, en el peor de los casos, ya muertas”.
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Si el Life Support completa el rescate de los migrantes recibirá la asignación de un puerto por parte de las autoridades maltesas o italianas y las ONG llevan denunciando en los últimos meses que el Ejecutivo italiano asigna puertos lejanos, en ocasiones a cinco o seis días de navegación, que impiden prestar la asistencia médica necesaria.
Debido al mal tiempo han descendido las llegadas de migrantes a las costas italianas en los últimos días, pero en 2023 han arribado al país casi el triple de personas que el año pasado, un total de 46.656, frente a las 17.972 de 2022, según los últimos datos oficiales del Ministerio del Interior italiano.
Las personas rescatadas
La Guardia Costera italiana reportó que en las últimas 24 horas sus funcionarios lograron rescatar del naufragio a cerca de 1.200 personas. Un grupo de 671 migrantes (613 hombres, seis mujeres y 52 menores) llegará en la tarde de este jueves al puerto de Reggio Calabria (sur de Italia).
Este grupo se sumará a los 222 migrantes llegados al puerto de Pozzallo, en Sicilia (sur) este miércoles, también tras ser rescatados por la patrullera Diciotti de la Guardia Costera y procedentes principalmente de Siria, Egipto, Pakistán y Bangladesh.
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Otras dos patrulleras de los guardacostas recuperaron a otros 240 migrantes y los llevaron al puerto siciliano de Augusta.
“Hemos pedido a Italia y Malta que coordinen las operaciones, pero ninguna autoridad ha aceptado hasta ahora asumir la responsabilidad de los rescates”, denunció la ONG, que se mostró “preocupada” por el destino de las personas, ya que tienen el “derecho de ser atendidas”.
En un vídeo a bordo del buque humanitario divulgado en sus redes sociales, Albert Mayordomo, de Emergency, asumió que cuando lleguen podrían encontrar “algunas personas en el mar, en estado de inconsciencia o, en el peor de los casos, ya muertas”.
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