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Aunque el protagonista de la coronación de Carlos III fue, por supuesto, el monarca sucesor de Isabel II, en la ceremonia, presidida por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, las mujeres tuvieron un rol destacado, algo que puede llamar la atención en comparación con los ritos del resto del mundo cristiano.
Para empezar, no se podría dejar de mencionar a la reina consorte, Camila Parker, quien fue coronada por voluntad de la fallecida Isabel II. En vida, la monarca determinó que la esposa de su hijo mayor llevaría esa denominación, a diferencia de su esposo, el duque de Edimburgo (quien nunca fue llamado rey), o Alberto, esposo de la reina Victoria, llamado príncipe consorte.
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Como explicó Penny Junor, experta en la realeza del Reino Unido, en The Guardian, la reina consorte ha vivido un notable ascenso, luego de ser blanco del desprecio de muchos británicos por supuestamente haber destruido el matrimonio entre Carlos y Diana Spencer, que, como se sabría después, nunca fue el cuento de hadas que vendían los medios de comunicación. Camila ha pasado “de amante calumniada a miembro principal clave de la casa real, clave en la consolidación de la reputación de Charles y una verdadera socia para él”, según Junor.
Volviendo al servicio, el rey fue presentado a los asistentes por dos mujeres y un hombre: Elish Angiolini, abogada escocesa y rectora de St. Hugh’s College, de Oxford; la baronesa Valerie Amos, política y diplomática laborista, y Christopher Finney, un exsoldado que recibió la Cruz Jorge, un reconocimiento por un acto de extrema valentía: salvar a sus compañeros en medio de un incidente con fuego amigo durante la guerra en Irak.
Baroness Amos, we see you!#Coronation pic.twitter.com/kKORRdneYS
— Melvin (@melvinjtk) May 6, 2023
Acaso de mayor simbolismo fue la lectura del evangelio, que en este caso fue el de San Lucas, uno de los momentos más importantes de la liturgia. La palabra estuvo a cargo de la obispa de Londres, Sarah Mullally.
The Bishop of London, the Right Reverend and Right Honourable Dame Sarah Mullally, reads from the Gospel of St. Luke.
— Coronation News & Updates (@Coronation2023) May 6, 2023
''And the eyes of all them that were in the synagogue were fastened on him. And he began to say unto them, ‘this day is this scripture fulfilled in your ears.’ pic.twitter.com/dCL2rp88zo
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Esta exenfermera en 2018 se convirtió en la primera mujer en Londres en ocupar dicha posición dentro de la jerarquía de la Iglesia de Inglaterra, una institución que desde finales del siglo pasado permitió a las mujeres ordenarse como sacerdotisas y, a partir de 2014, avaló el nombramiento de mujeres como obispas.
Hoy las mujeres, de hecho, representan cerca de un tercio de las personas que se ordenan dentro de la Iglesia.
Entre otras mujeres destacadas hay que mencionar a Penny Mordaunt, líder de la Cámara de los Comunes, quien recientemente, de hecho, estuvo en la carrera para llegar a ser primera ministra del Reino Unido, contienda que finalmente abandonó. Su paso al costado le permitió a Rishi Sunak, quien también leyó la palabra de Dios durante la coronación, ascender al liderazgo de los conservadores tras la salida de Liz Truss.
Mordaunt, quien además es lord presidente del Consejo y ha fungido como ministra de Comercio Exterior, fue la encargada de entregarle la Espada de Estado al rey Carlos III durante la coronación. El objeto es un símbolo del monarca que data del siglo XVII y que se usa en ceremonias especiales como las investiduras.
Como mencionó el profesor Pablo Pérez, de la Universidad de Navarra, para CNN, la presencia de mujeres durante la ceremonia es diciente de los múltiples vínculos entre política y espiritualidad. Particularmente, el papel de las clérigas es una “excepción en el mundo cristiano moderno”.
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