Los pasajeros de la compañía española Air Comet que el lunes en la noche tenían que haber volado a Lima volvieron a cortar el tráfico en la zona de llegadas de la Terminal 1 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
La mayoría son inmigrantes latinoamericanos que trabajan en España y que vuelven a su país para pasar las Navidades con sus familias.
Ninguno se ha movido del aeropuerto con la esperanza de que les pusieran un avión, por lo que suman ya más de 14 horas de cola frente a los mostradores de facturación y se quejan a los periodistas de que nadie "ha salido a dar la cara" y a ofrecerles una solución.
Ya hoy a primera hora de la mañana unos doscientos pasajeros con billetes para volar a Lima cortaron durante diez minutos una de las vías de llegada al aeropuerto de Madrid.
Al grito de "queremos volar, queremos una solución", los pasajeros lamentan que nadie les haya dado ninguna explicación sobre el cierre de la compañía, de lo que se enteraron anoche, por los trabajadores de Air Comet.
Los balcones de facturación y los de venta de billete permanecen cerrados desde anoche, después de que los trabajadores fueran informados que la compañía echaba el cierre.
"Hay niños, ancianos y trabajadores que se dejan la piel todo el año para poder pagar 1.200 euros (unos 1.700 dólares) por cada billete y poder ver a los suyos", denunció a Efe uno de los pasajeros que dirige las protestas.
La intención es cortar el tráfico durante cinco minutos en intervalos de media hora hasta que AENA (Aeropuertos y Navegación Aérea) "o quien sea" les lleve a Perú.
Los inmigrantes, la mayoría de origen peruano, aunque también hay ecuatorianos y chilenos, dieron la vuelta a los carteles de Air Comet y escribieron sobre ellos "Nos han robado, Díaz Ferrán ladrón", en referencia al presidente de la compañía.
La compañía Air Comet, propiedad del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, y de su socio Gonzalo Pascual, echó el cierre ante la imposibilidad de pagar sus deudas, lo que deja en la calle a 640 trabajadores y a 1.500 personas sin volar al día.
Desde que los trabajadores fueron informados de que la compañía se cerraba, no hay ningún responsable, ni personal de Air Comet, en facturación, ni en venta de billetes.
A sus protestas de este martes se ha unido un grupo de trabajadores de Air Comet del personal de tierra y de mantenimiento, y aseguran que les han retirado las tarjetas de acreditación para que no entren en la zona de embarque del aeropuerto madrileño, que hoy ha amanecido atestado de viajeros.
A los pasajeros que Air Comet ha dejado en tierra hay que sumar los que salen hoy y los que ayer no pudieron volar porque su vuelos fueron cancelados debido a la nieve
Miles de viajeros entre España y Latinoamérica se ven afectados por el cese de actividades de esta aerolínea española.
El cierre de Air Comet se produce justo tres años después del de Air Madrid, que tuvo lugar el 15 de diciembre de 2006, también antes de la campaña turística navideña.
Por El Espectador
