El martes 28 de febrero, un hombre que se encontraba pagando una condena en un centro penitenciario del cantón de Zúrich, en noreste de Suiza; decidió acabar con su vida con el apoyo de la organización Exit. Esto lo convierte en el primer preso en recurrir al suicidio asistido.
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La identidad del hombre no fue revelada por las autoridades ni por la organización que acompaño el suicidio. Según declaró una portavoz de Exit al diario suizo Wochenzeitung, solo pueden confirmar el deceso del preso, pero debido a su política de protección de datos, no se pueden brindar mayores detalles. Asimismo, la Dirección de Justicia del cantón de Zúrich confirmó que el suicidio asistido se había llevado a cabo en el marco de la ejecución de penas, sin dar más información.
De acuerdo con el artículo 115 del Código Penal Suizo, cualquier persona con la capacidad de decisión y discernimiento puede decidir sobre en qué momento dar fin a su vida, lo cual incluye a las personas privadas de su libertad. Incluso, el medio Wochenzeitung comenta que, el sistema penal del país europeo ha elaborado un documento básico que establece que los reclusos tienen el derecho fundamental de realizar un suicido asistido. Por tanto, en prisiones como la de Zúrich, se han elaborado folletos para explicar el proceso para poder acceder a este derecho.
Según se establece, todos los presos que hayan sido condenados por un tribunal de justicia, pueden ponerse en contacto con una organización de eutanasia; sin embargo, el sistema penal es quien tiene que dar su aprobación para poder llevar a cabo el suicidio.
Caso Peter Vogt
Para 2018, Peter Vogt, un hombre suizo condenado por violación reincidente, exigió se le permitiera practicarse el suicidio asistido, a través de un reportaje. En aquel momento, el congreso nacional discutía si los detenidos tenían este derecho, por lo que se desató una polémica en el país, pues muchos detractores de esta ley, aseguraban que esto solo eximiría a los criminales de pagar sus condenas y castigos.
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Sin embargo, cuando se aprobó este derecho para los presos, se hizo hincapié en que se le aplicaría a personas mayores de 40 años (como lo establece para todos los ciudadanos), que ya hayan cumplido cierto tiempo de sus condenas y que nadie ejerza una influencia indebida sobre su decisión.
Según el diario Wochenzeitung, Peter Vogt, a quien se le negó el derecho, espera se le diminuya el tiempo de detención, el cual en 2004, aumentó debido a una medida del código penal suizo, ya que se le considera sumamente peligroso a causa de sus trastornos psíquicos.
Exit ha declarado que, actualmente, hay otros dos detenidos que están considerando acceder a sus servicios de acompañamiento en el momento del suicidio.
¿Qué es Exit?
Exit es una organización sin ánimo de lucro a favor de la eutanasia, que bajo el lema de “permitiendo la elección y una muerte digna”, lleva desde 1982 (año de su fundación) asistiendo a personas que deciden terminar con su vida. Esta asociación es la primera en contar con servicios de testamentos en vida y eutanasia en Suiza.
Según la Oficina Federal de Estadística de Suiza, el número de muertes por suicidio asistido se situó en más de 1.000 a finales de 2017. Además, se detalló que, la mayoría de personas que recurren a esta medida tienen más de 65 años, aunque también es evidente el aumento en el número de población joven.
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Con algo más de 145.000 miembros, y la cooperación con las autoridades médicas, judiciales y policiales, Exit ha atendido por 35 años a ciudadanos de todo el mundo que deciden acceder al suicidio asistido, consolidándose como la organización más grande del mundo en la materia.