¿Por qué Italia podría tener dos elecciones generales en menos de seis meses?

El presidente italiano, Sergio Mattarella, no logró consolidar el gobierno. / EFE

La situación política en Italia es cada vez más complicada. ¿El motivo? La profunda fragmentación entre los partidos políticos. Desde hace dos meses, cuando se celebraron las elecciones generales, se esperaba que se conformara el nuevo gobierno, pero ha sido imposible porque ninguna fuerza política consiguió la mayoría necesaria para dirigir en solitario y porque tampoco se han podido poner de acuerdo.

Mientras Luigi di Maio, líder del polémico partido Movimiento Cinco Estrellas (M5S) reclama el cargo de primer ministro por haber obtenido el 32% de los votos, la coalición de derecha también solicita liderar el gobierno por haber conseguido el 37% de los votos.

Con este retorcido panorama, el presidente de la República, Sergio Mattarella, propuso crear un gobierno “neutral, de servicio y de garantía”, capaz de aguantar la situación hasta diciembre, cosa que no sentó bien a ninguna de las fuerzas políticas. Italia, por lo tanto, parece que inevitablemente tendrá que pasar nuevamente por las urnas para resolver un problema que cada vez divide más al país y que podría salirse de lo político y entrar a afectar el sector económico.

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Es un hecho histórico en Italia, pues existe la posibilidad de que los comicios se realicen en julio, una fecha jamás vista para este tipo de eventos. Y es que hay prisa por desatar el nudo, pues todavía está pendiente que se establezca la ley presupuestal para este 2018 con los objetivos para los próximos tres años, el cual debe enviarse a la Comisión Europea en las próximas semanas.

Por el momento, Mattarella estudia a quien poner como figura provisional para que dirija el gobierno de transición, aunque para eso tendría que lograr tener el apoyo de las fuerzas políticas, cosa que parece improbable pues ambos bandos advirtieron que votarían negativamente cualquier propuesta. "Será la primera vez en la historia de la República que una legislatura concluye sin ni siquiera haber comenzado", declaró el presidente.

Di Maio señaló el día de hoy: “Nosotros no votaremos un gobierno técnico o neutral porque significaría votar a personas que no tienen vínculos con la población". Por otro lado, el líder de la Liga Norte y de la coalición conservadora, Matteo Salvini aseguró que “un gobierno 'neutral' sería una tomadura de pelo", por lo que sus únicas salidas son o la conformación de uno político o convocar a elecciones inmediatas.

Las trabas políticas, según medios italianos, deberían sensibilizar a la población, pues aguantando hasta diciembre se podría evitar, entre otras cosas, el aumento del IVA y una decisión apresurada sobre la situación de los migrantes.

Otro foco está puesto en la posible alianza entre el M5S y la Liga del Norte, la cual no se ha dado porque Silvio Berlusconi es uno de los padrinos de La Liga y eso no es bien visto por el partido que lidera Di Maio. En caso de llegar a un acuerdo se desbloquearía gran parte del problema y se podría llegar a la conformación de un gobierno, que, mal o bien, alivianaría la crisis institucional. Por eso, Di Maio aseguró: "Si alguno quiere comenzar a pensar en el bien del país, nosotros estamos siempre disponibles, tengo el móvil siempre encendido".

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Por su parte, el portavoz de la Liga Norte en la Cámara de los Diputados, Giancarlo Giorgetti, ha pedido a Berlusconi "un gesto de responsabilidad para dar un Gobierno al país", invitándolo implícitamente a tomar distancia, y agregó que, aunque existe la posibilidad de que haya un alto índice de abstención, es justo con un país que ya esperó mucho.

En los próximos días se conocerá cómo se resolverán las aristas del complejo rompecabezas político que vive Italia en la actualidad. Las radicales ideas del M5S, que tanta polémica han generado desde su nacimiento, en 2009, parece que no cederán ni un paso hasta imponerse. Mattarella está contra la espada y la pared y las salidas se le están acabando. Por el momento, su único recurso parece ser clamar por una decisión responsable.