Con el fallecimiento del sumo pontífice de la Iglesia católica, el papa Francisco, se abren los grandes interrogantes sobre quién ocupará el trono de San Pedro en Roma de ahora en adelante y cuál será el rumbo que tome la institución. Durante los últimos 13 años, la Iglesia siguió la doctrina del argentino, lo que dejó ver grietas entre el ala más progresista y la más tradicional o conservadora, que abogó siempre por preservar las bases y dogmas de la fe.
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Ahora, ambas facciones se encontrarán en un nuevo cónclave para escoger al nuevo líder de millones de fieles católicos. La última vez fueron cinco rondas de votación en dos días para poder llegar al consenso que escogió al cardenal Bergoglio, Francisco, como nuevo pontífice. Sin embargo, para esta ocasión es muy factible que sea una elección mucho más complicada.
Esto se debe a que el fallecido jesuita, durante su papado, se encargó de reducir a su mínima expresión la posibilidad de que grupos comenzaran a hacer campaña y formaran “bandos”. Hay que tener en cuenta hechos como que desde 2016, con el último consistorio (una reunión formal del Colegio Cardenalicio), los cardenales no se reúnen en su totalidad. Prácticamente hay muchos que ni siquiera se conocen.
De 115 cardenales que escogieron a Bergoglio, en esta ocasión hay 138 que pueden ser electores (es decir, menores de 80 años) y, gracias al argentino, pasaron de provenir de 48 países a 71. Cuando lo escogieron, dijo que sus hermanos cardenales habían ido hasta el fin del mundo para encontrarlo, y parece que su intención fue seguir esa tradición. En total, de los 138, por lo menos 109 fueron designados por Francisco en estos años: ¡un 79 %!
Todo esto para decir que no es un cónclave cuyo desenlace podamos prever con facilidad. Aunque la estrategia de Francisco ha sido mantener a raya posibles alianzas y anular candidaturas formales, sí hay cardenales papables cuyos nombres destacan por su edad, origen o su cercanía —o distancia— con el pontífice.
Luis Antonio Tagle
Comencemos por los nombres no europeos ni occidentales: Luis Antonio Tagle. Solo como dato, según el Pew Research Center, aproximadamente el 60 % de los cardenales electores que nombró Francisco no son ni de Europa ni de Occidente. Aunque Tagle, que viene de Filipinas, no fue nombrado por Francisco, sino por Benedicto XVI, traería la novedad de ser el segundo papa no europeo después de Bergoglio.
Tagle tiene 67 años y, doctrinalmente, es cercano a Francisco, apostando por una pastoral incluyente y coincidiendo ambos en una defensa de la justicia social en el seno de la Iglesia.
Mateo Zuppi
De línea también progresista aparece Mateo Zuppi, la cabeza visible de la Iglesia en Italia, siendo el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Tiene 69 años y, a pesar de ser afín ideológicamente con el fallecido papa, tiende a ser más conciliador y dado al diálogo, algo que podría hacerle ganar votos de electores más inclinados a la tradición y al conservadurismo.
Pietro Parolín
Otro de los candidatos cercanos al papa es su secretario de Estado, Pietro Parolín, quien ha sido fundamental en la diplomacia del Vaticano, tendiendo puentes y desempeñando un papel activo en episodios como la liberación de presos políticos cubanos en enero de 2025, en una negociación entre la administración del saliente Joe Biden en Estados Unidos y el régimen de Miguel Díaz-Canel. Ahí fue fundamental el rol del Vaticano y, en efecto, de Parolín.
Italiano, de 70 años, es un hombre que ya tiene un rol importante en la Iglesia católica y que, de cierta forma, pero con más diplomacia, sería lo más cercano a la continuación del legado de Francisco.
Peter Turkson
De aquí se desprenden los nombres que comienzan a distanciarse de la línea del papa, comenzando por un favorito en distintos cónclaves: Peter Turkson. Ghanés, de 75 años, es cardenal desde hace más de 20 años, nombrado por Juan Pablo II y, por tanto, opcionado en los dos cónclaves de este siglo.
Podríamos decir que es un nombre de consenso, ya que, al igual que Francisco, al venir de países no occidentales, coincide en posturas sobre la migración, la economía y los asuntos ecológicos. Es más, estuvo ampliamente involucrado en la elaboración de la primera encíclica de Francisco: Laudato si’, que hace un claro llamado en temas ecológicos.
Sin embargo, es conservador en cuanto al dogma, con posturas claras en contra del matrimonio homosexual y la ordenación de mujeres en la curia. En esa postura se alinea con sectores conservadores, aquellos defensores de la doctrina tradicional.
Willem Eijk
Varios de ellos, de renombre entre estos sectores, también entran en ese grupo “papable”. Entre ellos, el neerlandés Willem Eijk, de 71 años, ha sido uno de los más críticos con el papa Francisco.
Se ha opuesto a los cambios en la doctrina de la moral sexual y a la comunión para los católicos divorciados y vueltos a casar.
Raymond Leo Burke
Representa el ala más conservadora dentro del catolicismo y, por extensión, ha sido uno de los principales críticos del difunto papa. Está en contra del aborto, la eutanasia, la comunión para divorciados, el matrimonio homosexual y, además, rechaza que cualquiera de estas posturas sea apoyada por otros católicos, llegando a alegar que no deberían recibir la comunión.
Burke tiene 76 años y, aunque cuenta con un gran respaldo del conservadurismo, su radicalismo puede hacer que sus opciones papables sean igual de limitadas.
Péter Erdő
De la misma línea de Eijk aparece el húngaro Péter Erdő. Tiene 72 años y es cardenal desde hace más de 20 años.
Pertenece a la misma línea teológica y doctrinal de Benedicto XVI, siendo defensor de la tradición en cuanto a la familia, la bioética y el matrimonio.
Gerhard Müller
Al igual que Burke, la edad y sus posturas conservadoras pueden dificultarle el camino a Gerhard Müller, alemán de 77 años que, con los años, se convirtió en un gran crítico de las reformas doctrinales de Francisco.
Fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la institución que maneja el rumbo dogmático de la Iglesia, pero Francisco decidió no renovar su cargo en 2017.
Hoy, en ese cargo está el argentino Víctor Manuel Fernández, uno de los hombres más cercanos a Francisco ideológicamente hablando. Sin embargo, por su juventud (62 años), es poco probable que sea considerado papable.
Todos estos son nombres que, de alguna u otra forma, podrían integrar una terna papable, aunque ninguno sea un candidato formal, por gracia de Francisco.
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Por Hugo Santiago Caro
