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Desde este 20 de mayo entró en vigor en España el nuevo Reglamento de Extranjería, una reforma que modifica el sistema de regularización para estudiantes extranjeros, familiares de ciudadanos españoles y personas en situación de arraigo.
La medida, impulsada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, busca adaptar la legislación migratoria a los flujos actuales y facilitar tanto el acceso a permisos de residencia como la integración de quienes ya residen legalmente en el país. En palabras del diario El País, el objetivo es “modernizar el sistema y adaptarlo a la realidad migratoria actual”.
Según la ministra Elma Saiz, se busca “garantizar continuidad y seguridad jurídica” a quienes llegan a España a estudiar o trabajar, evitando que caigan en la irregularidad por causas burocráticas.
🔴 Entra en vigor el nuevo Reglamento de Extranjería, la norma que da respuesta a la realidad migratoria de nuestro país
— Elma Saiz (@SaizElma) May 20, 2025
Durante estos meses, hemos preparado a fondo nuestras oficinas, impartido formación a miles de personas y recorrido 15 ciudades de 9 CCAA para informar
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¿Qué ha cambiado a favor de los extranjeros en España?
Una de las principales novedades es la ampliación de derechos para estudiantes extranjeros. A partir de ahora podrán trabajar hasta 30 horas semanales, incluso en empleos no relacionados con su carrera, y cursar hasta el 50 % de sus estudios en modalidad virtual, siempre que se trate de formación superior.
También se flexibilizan los requisitos económicos: los estudiantes podrán acreditar ingresos mediante contratos laborales o promesas de empleo. Además, sus familiares podrán solicitar la residencia desde España, siempre que se encuentren en situación regular.
En cuanto al arraigo, se reduce el tiempo de permanencia exigido para acceder a este permiso: bastará con haber vivido dos años en el país, antes eran tres. Esta autorización, concebida para personas en situación irregular que tienen vínculos familiares, laborales o sociales en España, otorgará un permiso de residencia temporal por un año, prorrogable por hasta cuatro más.
Según el Ministerio, este permiso responde a “circunstancias excepcionales” de integración y arraigo.
Otra novedad es la creación del “arraigo de segunda oportunidad”, dirigido a quienes tuvieron un permiso y no pudieron renovarlo por razones justificadas, como la pérdida del empleo. Si han pasado al menos dos años desde que perdieron su estatus legal, podrán volver a regularizarse.
Además, se unifican los permisos de arraigo familiar y de familiar comunitario en una nueva figura: el permiso para familiares de españoles. Este cambio facilitará la reagrupación familiar, incluyendo a hijos de hasta 26 años o personas dependientes, sin necesidad de tramitar el proceso desde los consulados.
Las nuevas restricciones
Pese a las mejoras, la reforma introduce ciertas limitaciones. Algunos expertos advierten que podría dejar sin cobertura a solicitantes de asilo que no cumplan con los nuevos requisitos, aunque el Gobierno no ha detallado aún los impactos específicos en este grupo.
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