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La Corte Suprema de Rusia ordenó el cierre de Memorial, el más antiguo grupo de derechos humanos del país, marcando la represión del régimen de Vladimir Putin contra el pensamiento independiente, pues esta agrupación se fundó hace treinta años con la intención de relatar la represión política que se vivía en el territorio, consolidándose como un símbolo de democratización después de la caída de la Unión Soviética.
La jueza Alla Nazarova ordenó el cierre de la organización bajo el argumento de violaciones “reiteradas” y “graves” a las leyes de agentes extranjeros de Rusia, algo a lo que el grupo de derechos humanos atribuye motivaciones políticas, recordando que dicha legislación se ha usado en contra de varias ONGs y algunos medios de comunicación que han sido críticos frente al gobierno.
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La fiscal rusa, en su deliberación, consideró que la organización se ha usado como un arma geopolítica por parte de gobiernos extranjeros, en un intento por “privar a los rusos modernos de enorgullecerse de los logros de la Unión Soviética. Esos argumentos encajan estrechamente con la visión del Kremlin sobre la historia, en particular con la sensación de que los aliados occidentales se han negado a darle a la Unión Soviética lo que le corresponde por su papel en la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial”, se lee en The Guardian.
“Es obvio que, al sacar provecho del tema de las represalias políticas del siglo XX, Memorial está retratando mentirosamente a la Unión Soviética como un estado terrorista, blanqueando y reivindicando a los criminales nazis que tienen la sangre de ciudadanos soviéticos en sus manos. ¿Por qué nosotros, los descendientes de los vencedores, tenemos que ver la reivindicación de los traidores a su patria y los secuaces nazis? Quizás porque alguien paga por eso, y esta es la verdadera razón por la que Memorial está tratando tan ferozmente de repudiar su condición de agente extranjero”, dijo Alexei Zhafyarov, un representante de la oficina del fiscal general ruso, durante la audiencia.
Mientras que varias personas se manifestaron en contra de la decisión judicial, y Memorial argumenta una “persecución política”, la hija de Natalya Estemirova, exmiembro de la junta de la organización, quien fue asesinada en Chechenia en 2009, escribió en respuesta al veredicto: “Mi madre siempre solía decir: ‘No puede ser peor que esto’. Resulta que sí”.
Cabe recordar que Memorial fue fundado por un grupo de disidentes soviéticos que creían que el país necesitaba reconciliarse con su traumático pasado para seguir adelante. En particular, el grupo se dedicó a preservar la memoria de los miles de rusos que murieron o fueron perseguidos en campos de trabajos forzados durante la era de Stalin.
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