En las últimas semanas, la OTAN y el G7 tomaron decisiones claves relacionadas con China. ¿El objetivo? Enfrentar el creciente poderío económico y militar de Pekín. Pero expertos dicen que lidiar con China no es sostenible, entre otras cosas, porque hay intereses comerciales. “Es buscarse enemigos donde no los hay”, comentan analistas.