
Un visitante japonés observa una enorme fotografía de Hiroshima devastada hace 80 años por el primer bombardeo atómico del mundo en el Museo Memorial de la Paz de Hiroshima, Japón, este martes, 5 de agosto.
Foto: EFE - FRANCK ROBICHON
I. Un resplandor silencioso
Exactamente a las ocho y quince minutos de la mañana, hora japonesa, el 6 de agosto de 1945, en el momento en que la bomba atómica relampagueó sobre Hiroshima, la señorita Toshiko Sasaki, empleada del departamento de personal de la Fábrica Oriental de Estaño, acababa de ocupar su puesto en la oficina de planta y estaba girando la cabeza para hablar con la chica del escritorio vecino. En ese mismo instante, el doctor Masakazu Fujii se acomodaba con las piernas cruzadas para leer el Asahi de Osaka en el porche...
Por John Hersey* / Especial para El Espectador
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