Al menos 15 muertos y 400 desaparecidos tras incendio en un campo de refugiados rohingya
Un gran incendio destruyó las chozas de miles de rohingya en el campo de refugiados más grande del mundo en Bangladesh, dejando 15 muertos y 400 desaparecidos hasta ahora.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reportó este martes que 15 personas murieron y más de 550 resultaron heridas tras un mortal incendio en el campo de refugiados rohingya en el sur de Bangladesh, considerado como el mayor asentamiento de refugiados en el mundo.
“Se ha confirmado que 15 personas han perdido la vida trágicamente y alrededor de 560 están heridas”, comunicó Louise Donovan, oficial de comunicaciones de ACNUR en Bangladesh. Además, Donovan señaló que hay 45.000 desplazados y 400 desaparecidos. “Estos números pueden aumentar”, advirtió la funcionaria.
La organización Save the Children se ha mostrado preocupada por los niños en la zona, pues muchos están desaparecidos y otros pudieron huir hacia el alambre de púas instalado en los campamentos, por lo que pudieron resultar heridos.
El incendio, el tercero en cuatro días, se registró en la tarde del lunes y destruyó por completo miles de tiendas improvisadas en las que se refugiaban los rohingya. Las llamas se apagaron después de medianoche tras casi nueve horas de trabajo de los bomberos y el Servicio de Aviación Civil de Bangladesh. Según el inspector de policía Gazi Salahuddin, el fuego creció tras la explosión de unos cilindros de gas que los refugiados usan para cocinar.
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“La gente corrió por sus vidas ya que el fuego se extendió rápidamente. Muchos resultaron heridos, vi al menos cuatro cuerpos”, dijo Aminul Haq, un refugiado, a France24.
Los rohingyas llegaron a Bangladesh luego de huir de la represión militar en el oeste de Birmania en 2017, por la que han muerto casi 24.000 musulmanes rohingya, según un informe de la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA). Además, cerca de 18.000 mujeres y niñas de esta población han sido violadas y más de 228.000 casas han sido incendiadas o vandalizadas por los militares birmanos.
Se cree que más de 1,2 millones de refugiados han estado viviendo en campamentos temporales en el país. La Organización de Naciones Unidas ha descrito a los rohingya como las personas más perseguidas del mundo, pues se enfrentan a ataques constantes en Asia y cientos de personas han muerto por violencia comunitaria desde 2012.
“Esta tragedia es un terrible recordatorio de la posición vulnerable de los refugiados rohongya que están atrapados entre condiciones cada vez más precarias en Bangladesh y la realidad de una patria ahora gobernada por los militares responsables del genocidio que los obligó a huir”, concluyó la organización Refugees International.
La ONU ha prometido un millón de dólares para los refugiados, pero se necesitan por lo menos 20 para atender las necesidades más urgentes de esta población.
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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reportó este martes que 15 personas murieron y más de 550 resultaron heridas tras un mortal incendio en el campo de refugiados rohingya en el sur de Bangladesh, considerado como el mayor asentamiento de refugiados en el mundo.
“Se ha confirmado que 15 personas han perdido la vida trágicamente y alrededor de 560 están heridas”, comunicó Louise Donovan, oficial de comunicaciones de ACNUR en Bangladesh. Además, Donovan señaló que hay 45.000 desplazados y 400 desaparecidos. “Estos números pueden aumentar”, advirtió la funcionaria.
La organización Save the Children se ha mostrado preocupada por los niños en la zona, pues muchos están desaparecidos y otros pudieron huir hacia el alambre de púas instalado en los campamentos, por lo que pudieron resultar heridos.
El incendio, el tercero en cuatro días, se registró en la tarde del lunes y destruyó por completo miles de tiendas improvisadas en las que se refugiaban los rohingya. Las llamas se apagaron después de medianoche tras casi nueve horas de trabajo de los bomberos y el Servicio de Aviación Civil de Bangladesh. Según el inspector de policía Gazi Salahuddin, el fuego creció tras la explosión de unos cilindros de gas que los refugiados usan para cocinar.
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“La gente corrió por sus vidas ya que el fuego se extendió rápidamente. Muchos resultaron heridos, vi al menos cuatro cuerpos”, dijo Aminul Haq, un refugiado, a France24.
Los rohingyas llegaron a Bangladesh luego de huir de la represión militar en el oeste de Birmania en 2017, por la que han muerto casi 24.000 musulmanes rohingya, según un informe de la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA). Además, cerca de 18.000 mujeres y niñas de esta población han sido violadas y más de 228.000 casas han sido incendiadas o vandalizadas por los militares birmanos.
Se cree que más de 1,2 millones de refugiados han estado viviendo en campamentos temporales en el país. La Organización de Naciones Unidas ha descrito a los rohingya como las personas más perseguidas del mundo, pues se enfrentan a ataques constantes en Asia y cientos de personas han muerto por violencia comunitaria desde 2012.
“Esta tragedia es un terrible recordatorio de la posición vulnerable de los refugiados rohongya que están atrapados entre condiciones cada vez más precarias en Bangladesh y la realidad de una patria ahora gobernada por los militares responsables del genocidio que los obligó a huir”, concluyó la organización Refugees International.
La ONU ha prometido un millón de dólares para los refugiados, pero se necesitan por lo menos 20 para atender las necesidades más urgentes de esta población.
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