Automóviles incendiados, saqueos en tiendas y centros comerciales, y bloqueos en las principales calles del país, son algunos de los hechos que se extendieron por cuatro días consecutivos en Sudáfrica. Aunque la condena a un expresidente desató algunos de los disturbios, analistas dicen que hay problemas más profundos que exacerbaron la inconformidad de los sudafricanos.