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En un video publicado en Twitter hace unos minutos, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, confirmó que había desarrollado síntomas leves como alta temperatura y tos persistente durante las últimas 24 horas y, siguiendo el consejo de su médico, tomó un prueba que dio positivo para coronavirus.
El Reino Unido registró el jueves 115 nuevos decesos por el coronavirus en 24 horas, lo que eleva la cifra hasta ahora a 578, mientras que los hospitales de Londres informaban de un "tsunami continuo" de pacientes graves y una falta "sin precedentes" de personal porque muchos trabajadores están enfermos. Hasta la fecha, el Reino Unido ha registrado 11.658 casos.
Pese a haber aumentado "masivamente" en las últimas semanas su capacidad en cuidados intensivos, los hospitales de la capital se ven desbordados por "una explosión" del número de "pacientes gravemente enfermos", afirmó Chris Hopson de NHS Providers. Es "una especie de tsunami continuo", agregó en las ondas de la radio pública BBC.
Esta presión se ve acentuada por el elevado número de trabajadores sanitarios ausentes por enfermedad, "del 30%, 40% y en algunos lugares incluso del 50%", una tasa "sin precedentes", añadió.
Al término de una cumbre virtual de líderes del G20, el ejecutivo británico anunció que aportará 210 millones de libras (255 millones de dólares, 230 millones de euros) adicionales al fondo mundial para encontrar una vacuna, llevando su contribución total a 544 millones de libras.
Tras decretar el lunes un confinamiento general, el gobierno de Boris Johnson anunció la apertura la próxima semana de un hospital de campaña con 4.000 camas en un centro de congresos de Londres. Y según la prensa, expertos militares buscan cómo levantar docenas de hospitales de campaña en todo el país.
"Esperamos que, tal vez en tres semanas, las medidas comiencen a aplanar la curva" de infecciones, dijo a la BBC Neil Ferguson, asesor científico del gobierno.
Para hacer frente a la escasez de respiradores, el fabricante británico de aspiradoras y ventiladores Dyson respondió a un llamado público para reconvertir la producción industrial, sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Según el secretario de Estado de Salud Edward Argar, el Reino Unido tiene actualmente 8.000 respiradores y ya ha tramitado pedidos por 8.000 más, aunque no pudo precisar cuánto llegarían al servicio de sanidad público NHS.
El gobierno británico fue duramente criticado por no participar en un programa de la Unión Europea para adquirir más de estas máquinas, y se acusó a Johnson de anteponer el Brexit a la salud. Pero Downing Street negó que esta decisión estuviese motivada por cuestiones ideológicas.
"Ya no somos miembros de la UE", dijo el portavoz del primer ministro, y "estamos llevando a cabo nuestras propias iniciativas". "Estamos adquiriendo respiradores al sector privado en el Reino Unido y a productores internacionales", agregó.
En menos de 48 horas unas 560.000 personas se registraron como voluntarios para ayudar al NHS. Y como en otros países, los británicos estaban convocados el jueves por la noche a aplaudir al personal sanitario desde sus balcones, jardines y puertas.