La corte dictaminó que Theoneste Bagosora entregó armas y ordenó a soldados de la etnia hutu y a la temible milicia Interahamue que mataran a miembros de la comunidad tutsi y a hutus moderados.
El juez Erik Mose dijo que Bagosora fue declarado culpable de genocidio y de crímenes de lesa humanidad, y responsable por las muertes del ex primer ministro Agathe Uwilingiyimana y de 10 soldados de paz belgas.
Bagasora escuchó el veredicto en silencio, y hubo un silencio total de las numerosas personas que se habían congregado en los pasillos de la pequeña sala del tribunal.
Sobrevivientes del genocidio en Ruanda, donde muchos de sus autores aún viven entre ellos casi 15 años más tarde, elogiaron el veredicto.
Se sospecha que unas 63 mil personas tomaron parte en el genocidio, aunque muchas de ellas han sido sentenciadas por tribunales locales, donde se alentó a los acusados a confesar y pedir perdón a cambio de sentencias leves.
“Bagosora... es la persona que orquestó las masacres”, dijo Jean Paul Rurangwa, de 32 años, quien perdió a su padre y dos hermanas. “Que lo sentenciaran al mayor castigo que puede imponer la corte es un alivio”.
Las matanzas fueron cometidas en 1994 después de que el avión en que viajaban los entonces presidentes de Ruanda, Juvenal Habyarimana, y de Burundi, Cyprien Ntaryamira, fue derribado misteriosamente cuando se acercaba a Kigali. Habyarimana regresaba a su país luego de sostener conversaciones de paz con rebeldes tutsis.
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda, con sede en Tanzania, fue instalado por la ONU en 1997 para procesar a los responsables del genocidio. Ha habido 42 veredictos, seis de los cuales han sido absoluciones.
Más de 500 mil tutsis y moderados de la mayoría hutu fueron asesinados en una carnicería de 100 días organizada por el gobierno extremista hutu entonces en el poder. Tropas gubernamentales, milicias hutu y ciudadanos comunes agitados por mensajes radiales de odio fueron de aldea en aldea, matando a hombres, mujeres y niños.
Por Agencia AP
