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Durante su reciente visita a Estados Unidos, el presidente Álvaro Uribe recibió uno de los respaldos más importantes para lograr la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos: el ex presidente Jimmy Carter (1977-1981) se comprometió con el dignatario colombiano a promover dentro de los miembros del Partido Demócrata la votación del acuerdo comercial. No sólo eso. El ex mandatario estadounidense también le contó a su homólogo colombiano que seguía trabajando para que las relaciones binacionales con Ecuador vuelvan a la normalidad.
En su casa de verano, situada a más de 50 minutos en avión desde Atlanta y acompañado por su esposa Rosalynn, Carter recibió a Uribe y a una nutrida comisión nacional. Estaba podando su jardín bajo un cálido sol. Minutos antes, el ex presidente había estado enseñando la Biblia en la iglesia de Plains, a donde asisten 634 personas. Carter pertenece a la Iglesia Bautista y desde hace varios años estudia las Sagradas Escrituras.
Según el propio Uribe, el encuentro de varias horas fue cordial y aseguró tener “fe” en que las gestiones de Carter surtan los efectos esperados.
“Fue una muy buena reunión. Él ha estado muy interesado en ayudarnos en el tema con Ecuador. Hablamos de la necesidad de continuar en Estados Unidos una política bipartidista frente a Colombia y, con la prudencia que lo caracteriza, tratará de darnos una mano al interior del Partido Demócrata”, comentó Uribe al término de su reunión. El mandatario colombiano también reveló que Carter le preguntó por la situación interna del país.
Un viejo aliado
Jimmy Carter siempre ha estado vinculado con América Latina. El momento más importante de su presidencia, respecto a la región, fue la firma del tratado que determinó la entrega del Canal de Panamá, en 1999. Su política de derechos humanos se sintió con fuerza en las dictaduras de Argentina, Chile y Centroamérica.
Por eso no sorprende su interés por Colombia. Desde hace varios años, el ex jefe de Estado sigue de cerca lo que sucede en el país. Su primera visita a Bogotá la hizo hace 35 años, cuando era gobernador del estado de Georgia. En 1972 Carter se entrevistó con el presidente Misael Pastrana. Desde entonces se comenzaron a estudiar las posibilidades de un intercambio comercial y turístico entre Estados Unidos y Colombia.
Años más tarde, en 1985, Carter regresó a Colombia. Esta vez como ex presidente y en medio de una situación muy dolorosa para el país. Hacía apenas unos días, el 13 de noviembre, que una avalancha había arrasado Armero. El primero de diciembre, el político norteamericano estuvo en una de las zonas devastadas y además se reunió con el presidente Belisario Betancur.
Desde el Centro Carter, que fundó en 1982, el ex mandatario ha fortalecido más su trabajo en la región. La participación de la fundación en varios procesos electorales, su mediación en la crisis política de Venezuela de 2002 y la reciente intervención en el conflicto con Ecuador así lo demuestra.
Después de dejar la Presidencia, en 1981, Carter se convirtió en un mediador de paz. Al frente de su fundación ha participado
en la resolución de varios conflictos internacionales y ha servido de garante en múltiples situaciones difíciles. Ese trabajo lo hizo merecedor del Premio Nobel de Paz en el 2002.
El ex canciller colombiano e integrante del Grupo Carter para la solución del conflicto con Ecuador, Augusto Ramírez Ocampo, aseguró: “La influencia del ex mandatario en América Latina y el mundo, incluyendo a Estados Unidos, ha crecido en respetabilidad moral y en procesos de democracia, más incluso que durante sus años de presidente”.
En reciente entrevista con El Espectador, Francisco Diez, el representante para América Latina del Centro Carter y quien participa en el proceso de diálogo para ayudar a superar la crisis que viven Colombia y Ecuador, ratificó el interés de Carter en solucionar la crisis binacional.
El Centro Carter detectó que la relación Ecuador-Colombia era una potencial fuente de conflictos y decidió iniciar un trabajo de mediación. Según Diez, “desde el 1° de marzo el ex presidente Jimmy Carter habló con los mandatarios colombiano y ecuatoriano varias veces para conseguir una solución al conflicto, que según analistas, llegará muy pronto”.
Adam Isacson, del Centro de Política Internacional en Washington, asegura que Colombia y Ecuador pronto arreglarán sus diferencias gracias a Carter. “Hace un par de semanas había mucha frustración en el Centro por la lentitud de las conversaciones. Pero Carter es muy hábil para estas negociaciones y yo creería que al final del año vamos a ver las embajadas abiertas”, dijo.
Por eso su reciente respaldo despertó grandes esperanzas en Colombia. Según fuentes cercanas, Carter ya se puso manos a la obra, y hace unos días envió una carta a congresistas demócratas para dar su apoyo al TLC. Su presencia en la Convención Demócrata en Denver, que determinará la plataforma política del candidato Barack Obama, podría ser definitiva para la región y, por supuesto, para Colombia.
“Existen algunas preocupaciones de derechos humanos en Colombia, pero Carter cree que el TLC puede ser una manera de enfrentarlas. Sin duda, su apoyo será muy influyente el año entrante después de las elecciones”, concluyó Robert Pastor, profesor de relaciones internacionales en American University y fundador del programa latinoamericano del Centro Carter.
La crisis binacional
Aunque la crisis entre Colombia y Ecuador se inició el 1° de marzo, luego de la incursión militar de Colombia a territorio ecuatoriano donde había un campamento de las Farc en el que murió el jefe guerrillero ‘Raúl Reyes’, desde el año pasado ya se notaba la tensión entre los dos gobiernos. Por ello el Centro Carter empezó a promover diálogos desde septiembre del año pasado. Los representantes de la Fundación viajaron varias veces a los dos países tratando de acercar las posiciones. Como la tarea es muy difícil, el presidente Jimmy Carter habló por teléfono con Álvaro Uribe y Rafael Corre para buscar un acercamiento. El primer intento no prosperó, pero el mandatario sigue al frente del tema.