Casi 400.000 voluntarios formarán barrera humana en visita del papa a México

Casi 400.000 voluntarios se unirán brazo a brazo para formar las vallas humanas que velarán por la seguridad del papa Francisco a lo largo de los 400 kilómetros que recorrerá por tierra durante su visita a México del 12 al 17 de febrero.

Los miles de voluntarios, en su mayoría jóvenes, tienen la tarea de "darle estructura al recorrido" del papa y "hacer división entre el público" y el carril por donde pasará el pontífice, para evitar contratiempos durante los trayectos, dijo a Efe Marcela Fernández, una de las encargadas de la coordinación de logística de la visita.

Quienes formarán estas vallas humanas deben ser mayores de edad o contar con autorización de padre o tutor en caso de ser menores de 18 años, "no tener algún padecimiento que les impida permanecer de pie por largas jornadas" y poseer "voluntad de servicio", explicó.

Además, los voluntarios han tenido que tomar una capacitación especial ya sea en las parroquias o a través de videos en internet, debido a que podrían enfrentarse a situaciones de emergencia.

Entre las recomendaciones a los voluntarios está llevar ropa y zapatos cómodos, así como evitar desvelarse o consumir bebidas alcohólicas un día antes de la actividad a la que están citados, pues deberán permanecer de pie y alerta durante "largas jornadas de entre ocho y doce horas".

Además se les prohíbe llevar "cámaras, radios u objetos similares" que pudieran distraer a los voluntarios de sus tareas.

Aunque durante el recorrido habrá centros de primeros auxilios, los voluntarios han recibido información sobre qué hacer en caso de de deshidratación, quemaduras de sol o desmayos, o qué medidas de seguridad hay que adoptar si se produce una estampida.

A los voluntarios también se les pide cooperar con las autoridades y denunciar cualquier anomalía o actividad sospechosa que detecten entre el público, como que alguna persona "aparente tener un arma (...), esté muy apática cuando todos están cantando o muy eufórica cuando todos están rezando", de acuerdo con uno de los vídeos.

Una de las tareas más importantes de quienes participarán en las vallas humanas es "mantener el espíritu de las personas con cantos, concursos, rezos, juegos" para animar a los millones de fieles que se congregarán para ver al pontífice.

Guadalupe Ramírez, una estudiante que participará como voluntaria en las vallas humanas, dijo a Efe que "vale la pena" levantarse temprano, estar de pie durante horas y no comer bien para poder ver a Francisco.

Consideró "algo increíble" la visita del papa, quien "trae un mensaje de esperanza y una frescura" que "contagia" a muchas personas.

La joven contó a Efe que lo que más le emociona de ser parte del voluntariado es la convivencia con los demás jóvenes que se han registrado para formar las vallas.

"Somos muchos jóvenes los que vamos a ser voluntarios, está padrísima la convivencia, echar porras, animar a la gente", expresó.

La estudiante, que también formó parte de las vallas humanas en el estado de Guanajuato durante la visita del papa Benedicto XVI en 2012, recuerda la experiencia como una "inyección de energía" y espera que Francisco "sacuda" a los jóvenes para que se "comprometan a soñar en grande" y "hacer vivo" su mensaje.

Por su parte, el joven Rafael Legarreta, que también es voluntario, dijo a Efe que la visita del papa "realmente no tendría ningún sentido si solamente nos quedáramos en las vallas".

Los jóvenes, además, deben "sentirse motivados por él" y su mensaje para "ayudar a las personas que realmente lo necesitan", señaló.

En total, participarán 397.000 voluntarios en la creación de las vallas humanas a lo largo de los 400 kilómetros que recorrerá el pontífice en sus trayectos por la Ciudad de México y los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.

El coordinador de las vallas, Roberto Delgado, dijo el domingo que en los cuatro estados ya se alcanzó la totalidad de los voluntarios y señaló que solo faltan 22.000 en la capital, un déficit que confió sea subsanado a más tardar el miércoles.

Casi 400.000 voluntarios se unirán brazo a brazo para formar las vallas humanas que velarán por la seguridad del papa Francisco a lo largo de los 400 kilómetros que recorrerá por tierra durante su visita a México del 12 al 17 de febrero.

Los miles de voluntarios, en su mayoría jóvenes, tienen la tarea de "darle estructura al recorrido" del papa y "hacer división entre el público" y el carril por donde pasará el pontífice, para evitar contratiempos durante los trayectos, dijo a Efe Marcela Fernández, una de las encargadas de la coordinación de logística de la visita.

Quienes formarán estas vallas humanas deben ser mayores de edad o contar con autorización de padre o tutor en caso de ser menores de 18 años, "no tener algún padecimiento que les impida permanecer de pie por largas jornadas" y poseer "voluntad de servicio", explicó.

Además, los voluntarios han tenido que tomar una capacitación especial ya sea en las parroquias o a través de videos en internet, debido a que podrían enfrentarse a situaciones de emergencia.

Entre las recomendaciones a los voluntarios está llevar ropa y zapatos cómodos, así como evitar desvelarse o consumir bebidas alcohólicas un día antes de la actividad a la que están citados, pues deberán permanecer de pie y alerta durante "largas jornadas de entre ocho y doce horas".

Además se les prohíbe llevar "cámaras, radios u objetos similares" que pudieran distraer a los voluntarios de sus tareas.

Aunque durante el recorrido habrá centros de primeros auxilios, los voluntarios han recibido información sobre qué hacer en caso de de deshidratación, quemaduras de sol o desmayos, o qué medidas de seguridad hay que adoptar si se produce una estampida.

A los voluntarios también se les pide cooperar con las autoridades y denunciar cualquier anomalía o actividad sospechosa que detecten entre el público, como que alguna persona "aparente tener un arma (...), esté muy apática cuando todos están cantando o muy eufórica cuando todos están rezando", de acuerdo con uno de los vídeos.

Una de las tareas más importantes de quienes participarán en las vallas humanas es "mantener el espíritu de las personas con cantos, concursos, rezos, juegos" para animar a los millones de fieles que se congregarán para ver al pontífice.

Guadalupe Ramírez, una estudiante que participará como voluntaria en las vallas humanas, dijo a Efe que "vale la pena" levantarse temprano, estar de pie durante horas y no comer bien para poder ver a Francisco.

Consideró "algo increíble" la visita del papa, quien "trae un mensaje de esperanza y una frescura" que "contagia" a muchas personas.

La joven contó a Efe que lo que más le emociona de ser parte del voluntariado es la convivencia con los demás jóvenes que se han registrado para formar las vallas.

"Somos muchos jóvenes los que vamos a ser voluntarios, está padrísima la convivencia, echar porras, animar a la gente", expresó.

La estudiante, que también formó parte de las vallas humanas en el estado de Guanajuato durante la visita del papa Benedicto XVI en 2012, recuerda la experiencia como una "inyección de energía" y espera que Francisco "sacuda" a los jóvenes para que se "comprometan a soñar en grande" y "hacer vivo" su mensaje.

Por su parte, el joven Rafael Legarreta, que también es voluntario, dijo a Efe que la visita del papa "realmente no tendría ningún sentido si solamente nos quedáramos en las vallas".

Los jóvenes, además, deben "sentirse motivados por él" y su mensaje para "ayudar a las personas que realmente lo necesitan", señaló.

En total, participarán 397.000 voluntarios en la creación de las vallas humanas a lo largo de los 400 kilómetros que recorrerá el pontífice en sus trayectos por la Ciudad de México y los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.

El coordinador de las vallas, Roberto Delgado, dijo el domingo que en los cuatro estados ya se alcanzó la totalidad de los voluntarios y señaló que solo faltan 22.000 en la capital, un déficit que confió sea subsanado a más tardar el miércoles.