¿Cómo es que un traficante de armas obtiene un préstamo de dos destacadas financieras?

Remington Outdoor Co., uno de los fabricantes de armas de fuego más antiguos de Estados Unidos, recibió financiamiento de PMorgan y Franklin Resources. Treinta se lo habían negado.

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bloomberg
30 de marzo de 2018 - 03:12 p. m.
Fabricantes de armas intentaron conseguir crédito en 30 entidades financieras, no lo lograron.  / AFP
Fabricantes de armas intentaron conseguir crédito en 30 entidades financieras, no lo lograron. / AFP
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Para Remington Outdoor Co., uno de los fabricantes de armas de fuego más antiguos de Estados Unidos, ni siquiera declararse en quiebra es fácil en estos días.

En un momento en que las manifestaciones por el control de armas se han desplegado en todo el país y el mundo, 30 entidades crediticias se negaron a proporcionar financiamiento de bancarrota para la empresa, de acuerdo con documentación judicial. Al final, dos destacadas compañías financieras, Franklin Resources Inc. y una unidad de JPMorgan Chase & Co., terminaron otorgando a Remington la mayor parte de un préstamo de US$100 millones. Los nombres de otras entidades de crédito que acordaron proporcionar financiamiento fueron tachados de los documentos judiciales.

Los fabricantes de armas enfrentan tiempos difíciles. Un esperado aumento de las ventas derivado de la elección prevista de Hillary Clinton nunca se materializó debido a su derrota y las firmas minoristas como Dick’s Sporting Goods Inc. tienen ventas restringidas. Remington, agobiado por la deuda desde su adquisición en 2007 por parte de Cerberus Capital Management, se acogió al Capítulo 11 de protección contra quiebra el 25 de marzo, un día después de que multitudes avivadas por estudiantes supervivientes de un tiroteo masivo en febrero en Florida se unieran para exigir la aprobación de leyes de armas más estrictas. El nerviosismo de los posibles acreedores de Remington podría ser la primera señal de que Wall Street los está escuchando.

Remington, para acelerar el Capítulo 11, necesitaba tres nuevas formas de financiamiento para ayudar a que la compañía se mantuviera a flote durante el proceso de bancarrota.

Crédito puente

La compañía pudo asegurar un crédito puente de US$45 millones de su matriz, que es propiedad de Cerberus, para darle suficiente efectivo para llegar a la bancarrota en primer lugar.

La compañía además tuvo que negociar préstamos de deudores en posesión para financiar operaciones a través del Capítulo 11. Remington solicitó un préstamo a plazo de US$100 millones a inversores externos para proporcionar gran parte del efectivo. Nadie quiso asumirlo.

"La gran mayoría de las entidades crediticias contactadas, sin embargo, indicaron que eran reacios a proporcionar financiamiento a fabricantes de armas de fuego", según un documento judicial. El asesor de la compañía, Lazard Freres & Co., dijo que acudió a 30 posibles acreedores -no solo bancos, sino que también fondos de cobertura especializados en deuda en problemas, que generalmente están hambrientos de tales oportunidades- y no encontraron interés entre ellos. Después de que ocho firmas acordaran continuar las negociaciones, la mayoría dijo que no, aduciendo factores de tiempo y "preocupaciones sobre invertir en la industria de armas de fuego".

Nombres censurados

Finalmente, los actuales acreedores de préstamos a plazo acordaron extender el préstamo de US$100 millones, pero sus identidades se mantuvieron en el anonimato. Sus nombres fueron censurados de los documentos judiciales. Se supone que se les pagará en acciones de una nueva compañía reorganizada.

Portavoces de Franklin, JPMorgan y Cerberus no quisieron hacer declaraciones. Un representante de Remington no respondió a las solicitudes de comentarios.

Remington parece haber tenido un momento más fácil para negociar con terceros en un préstamo respaldado por activos, que se pagará en efectivo y no en acciones cuando Remington salga de la bancarrota. En definitiva, las entidades crediticias proporcionaron US$193 millones. Sus nombres se revelan en los documentos judiciales. Entre ellos se encuentran Bank of America Corp., Wells Fargo & Co., Regions Financial Corp., Synovus Financial Corp., Fifth Third Bank Bancorp y Deutsche Bank AG.

En un documento, Remington reconoció el efecto de la atención de los medios en su negocio. "La atención negativa probablemente tendrá una influencia negativa en la opinión pública" y "puede afectar la demanda a largo plazo de los productos de Remington", dijo. La compañía también habló sobre su riesgo de litigios.

Remington, con sede en Madison, Carolina del Norte, está involucrada en una demanda relacionada con el tiroteo masivo de 2012 que dejó un saldo de 26 fallecidos en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut. Bushmaster, propiedad de Remington, fabricó el arma de fuego utilizada en esos asesinatos. La compañía también está involucrada en litigios por defectos de gatillo en armas como su rifle icónico Modelo 700.

El rifle de asalto AR-15 utilizado en los homicidios en la escuela de Florida fue fabricado por Smith & Wesson, filial de American Outdoor Brands Corp.

Por bloomberg

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