Comparan el caso de corrupción en Brasil con Watergate

El escándalo de corrupción que sacude a Brasil ha llevado a los observadores a hacer un número de comparaciones históricas que, ellos argumentan, dan una idea de lo que está por venir.

Entre ellas tenemos el esquema de tráfico de influencias que forzó a renunciar hace dos décadas al presidente Fernando Collor de Mello. Esta es una de las favoritas. Luego hay otra sobre la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2002; esto no fue un escándalo, es cierto, pero hizo que los mercados brasileños se hundieran en una crisis similar. Y otros se aferran a la investigación por corrupción de la llamada Manos Limpias que sacudió a Italia a comienzos de la década de los noventa.

Para un inversor veterano, sin embargo, ninguno de estos eventos es el punto de referencia correcto.

Monty Guild Jr. dice que el antecedente real – al menos desde el punto de vista de un seleccionador de acciones – proviene de un suceso bastante antiguo: el escándalo Watergate que tuvo lugar a comienzos de los años setenta. La firma de inversión de Guild se encontraba en pañales en ese entonces y la crisis que hizo caer en picada al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, le dejó una enseñanza al inversor. ¿La principal lección de esto? Compren acciones mientras estén baratas. Después de hundirse en medio de la agitación política, el S&P 500 subió en los meses siguientes a la renuncia de Nixon en 1974, aumentando un 28 por ciento en dos años al tiempo que la estabilidad política regresaba a Washington.

“Intentamos comprar cuando la sangre corre por las calles”, dijo Guild, quien en su calidad de director de inversiones administra cerca de US$190 millones en fondos accionarios globales. “Esto se parece mucho al caso de Watergate y luego de ese escándalo, ¿qué sucedió? Donde sea que exista una crisis de confianza, los costos bajan y aparece una gran oportunidad”.

A pesar de la diferencia de 40 años entre los sucesos, parece que hay varias similitudes entre ellos. Al igual que en la investigación sobre la irrupción en el hotel Watergate, la investigación brasileña por sobornos en la compañía estatal de petróleo resultó en una intensificación de más de dos años de la agitación política, posiblemente involucrando a la presidenta Dilma Rousseff. Y al igual que las infames cintas que llevaron a Nixon a renunciar, una grabación de la conversación entre Rousseff y su predecesor la tiene hoy un paso más cerca de la destitución. Los críticos dicen que la grabación, obtenida por medio de una escucha realizada por la policía, sugiere que Rousseff nombró a Lula al gabinete para protegerlo de la investigación.

Guild ahora predice que el índice bursátil de referencia de Brasil subirá hasta en un 20 por ciento en los próximos dos años, mientras que el valor del real podría dispararse hasta en un 50 por ciento frente al dólar. (Esta proyección cambiaria, en particular, es una opinión minoritaria; el consenso de los analistas dice que la moneda caerá un 13 por ciento hacia 2018). Guild comenzó a alistarse para una recuperación en febrero, comprando acciones de bancos como Grupo BTG Pactual y Banco Bradesco SA. Su mayor fondo ahora tiene el 12 por ciento de su dinero invertido en Brasil, junto con Canadá como las principales carteras de valores.

El escándalo de corrupción que sacude a Brasil ha llevado a los observadores a hacer un número de comparaciones históricas que, ellos argumentan, dan una idea de lo que está por venir.

Entre ellas tenemos el esquema de tráfico de influencias que forzó a renunciar hace dos décadas al presidente Fernando Collor de Mello. Esta es una de las favoritas. Luego hay otra sobre la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2002; esto no fue un escándalo, es cierto, pero hizo que los mercados brasileños se hundieran en una crisis similar. Y otros se aferran a la investigación por corrupción de la llamada Manos Limpias que sacudió a Italia a comienzos de la década de los noventa.

Para un inversor veterano, sin embargo, ninguno de estos eventos es el punto de referencia correcto.

Monty Guild Jr. dice que el antecedente real – al menos desde el punto de vista de un seleccionador de acciones – proviene de un suceso bastante antiguo: el escándalo Watergate que tuvo lugar a comienzos de los años setenta. La firma de inversión de Guild se encontraba en pañales en ese entonces y la crisis que hizo caer en picada al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, le dejó una enseñanza al inversor. ¿La principal lección de esto? Compren acciones mientras estén baratas. Después de hundirse en medio de la agitación política, el S&P 500 subió en los meses siguientes a la renuncia de Nixon en 1974, aumentando un 28 por ciento en dos años al tiempo que la estabilidad política regresaba a Washington.

“Intentamos comprar cuando la sangre corre por las calles”, dijo Guild, quien en su calidad de director de inversiones administra cerca de US$190 millones en fondos accionarios globales. “Esto se parece mucho al caso de Watergate y luego de ese escándalo, ¿qué sucedió? Donde sea que exista una crisis de confianza, los costos bajan y aparece una gran oportunidad”.

A pesar de la diferencia de 40 años entre los sucesos, parece que hay varias similitudes entre ellos. Al igual que en la investigación sobre la irrupción en el hotel Watergate, la investigación brasileña por sobornos en la compañía estatal de petróleo resultó en una intensificación de más de dos años de la agitación política, posiblemente involucrando a la presidenta Dilma Rousseff. Y al igual que las infames cintas que llevaron a Nixon a renunciar, una grabación de la conversación entre Rousseff y su predecesor la tiene hoy un paso más cerca de la destitución. Los críticos dicen que la grabación, obtenida por medio de una escucha realizada por la policía, sugiere que Rousseff nombró a Lula al gabinete para protegerlo de la investigación.

Guild ahora predice que el índice bursátil de referencia de Brasil subirá hasta en un 20 por ciento en los próximos dos años, mientras que el valor del real podría dispararse hasta en un 50 por ciento frente al dólar. (Esta proyección cambiaria, en particular, es una opinión minoritaria; el consenso de los analistas dice que la moneda caerá un 13 por ciento hacia 2018). Guild comenzó a alistarse para una recuperación en febrero, comprando acciones de bancos como Grupo BTG Pactual y Banco Bradesco SA. Su mayor fondo ahora tiene el 12 por ciento de su dinero invertido en Brasil, junto con Canadá como las principales carteras de valores.