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La Organización Mundial de la Salud esperaba permiso de la junta militar para enviar equipos médicos, aunque el mal estado de la infraestructura seguramente limitará sus gestiones, dijo Vismita Gupta-Smith, vocera de la oficina regional de la OMS en Nueva Delhi. El temor son los brotes propagados por los mosquitos, el agua contaminada y la falta de alcantarillado.
"Han quedado interrumpidas las comunicaciones y las carreteras están intrasitables", indicó. "Pero las autoridades se encuentran ya en los lugares afectados y se disponen a evaluar y supervisar la situación y a movilizar los recursos necesarios".
Los equipos trabajarán para evitar que la proliferación de los mosquitos propaguen epidemias como la malaria, diarrea y otros brotes infecciosos ante la falta de agua potable y el alcantarillado adecuado. Además, las autoridades médicas temen la aparición de enfermedades respiratorias entre los niños obligados a dormir al aire libre, dijo Gupta-Smith.
La OMS aguarda a que el régimen militar de Mianmar solicite ayuda de un fondo regional de emergencia de las Naciones Unidas establecido el año pasado para brindar socorro entre las promesas de los donantes internacionales y la llegada de la ayuda. Unos 175 mil dólares quedarán disponibles de inmediato, indicó la vocera.
El ciclón destrozó las redes del tendido eléctrico, además de destruir casas y carreteras, así como el suministro de agua potable.
Un noticiero dijo que son 22.464 los muertos a raíz del ciclón Nargis, que atravesó el centro del país y su ciudad más grande el sábado por la madrugada. Añadió que hay 41.054 desaparecidos.
Las tareas de rescate en la zona más afectada, la del delta del río Irrawaddy, se han visto dificultadas por la destrucción de caminos y medios de comunicación. La primera ayuda del exterior llegó el martes de la vecina Tailandia.
Tras el paso de Nargis, la radio estatal dijo que el gobierno postergó la consulta constitucional en las zonas más afectadas.
El ministro de Información, mayor general Kyaw Hsan, dijo en una conferencia de prensa que unas cuatro mil personas murieron en la zona de Yangon y el delta del Irrawaddy y que otras diez mil podrían haber muerto en la aldea de Bogalay, en el delta, donde resultaron destruidas el 95 por ciento de las casas.
Con anterioridad, el ministro de Relaciones Exteriores Nyan Win dijo, según la televisión estatal, que más de diez mil personas murieron en el delta y que una cantidad menor pereció en Yangon y sus zonas aledañas. No fue aclarado por qué los ministros dieron versiones diferentes.
"Las noticias y la información siguen llegando, así que podría haber más bajas", dijo el Ministro. La radio estatal dijo que la votación del sábado sobre una nueva constitución será postergada hasta el 24 de mayo en 40 de las 52 provincias en el área de Yangon y siete en el delta de Irrawaddy, las zonas más afectadas. Sin embargo, indicó que en el resto, la votación tendrá lugar conforme a lo programado.
El PMA de las Naciones Unidas ofreció un sombrío panorama: seguramente un millón de personas sin hogar, algunas aldeas totalmente destruidas y la desaparición de extensos arrozales.
"Esperamos enviar por aire más ayuda en las próximas 48 horas", dijo el vocero de PMA, Paul Risley, en Bangkok. "El desafío será llegar a las zonas afectadas con el bloqueo de las carreteras por todas partes".
Según las tomas vía satélite facilitadas por las Naciones Unidas, la zona más dañada cubre unos 30 mil kilómetros cuadrados en la costa del Mar de Andaman y el Golfo de Martaban -menos del 5 por ciento del país.
Pero en la región afectada vive casi un cuarto de los 57 millones de habitantes de Mianmar. "En lugar de aguardar las cifras de bajas y daños, sería más práctico enviar lo antes posible ayuda humanitaria a las víctimas", comentó el martes en una conferencia de prensa el ministro de Ayuda y Reubicaciones, el mayor general Maung Maung Swe.