Condenado por violación dice que no debería ser ahorcado porque “la contaminación ya lo está matando”

El caso, que causó indignación a nivel local e internacional, revela la impactante forma en la que los violadores condenados justifican sus crímenes, tratan de escapar de sus penas e incluso son cobijados por la ley, en algunos países, para evadir sus castigos.

- Redacción Internacional
13 de diciembre de 2019 - 11:40 p. m.
Activistas de varias organizaciones de derechos de las mujeres sostienen pancartas mientras protestan contra el acoso sexual, las violaciones y los asesinatos de mujeres en todo el país instando al gobierno a ayudar a defender los derechos de las mujeres. / AFP
Activistas de varias organizaciones de derechos de las mujeres sostienen pancartas mientras protestan contra el acoso sexual, las violaciones y los asesinatos de mujeres en todo el país instando al gobierno a ayudar a defender los derechos de las mujeres. / AFP

Akshay Thakur, condenado a la pena de muerte por violar y asesinar a Nirbhaya, una mujer de 23 años en Nueva Delhi (India) en 2012, afirmó que no debería ser ahorcado por su crimen, pues “la contaminación ya lo está matando”. La polémica defensa de este hombre ha causado indignación en este país, donde las violaciones grupales son un problema de todos los días y los violadores condenados suelen justificar sus crímenes de maneras absurdas.

La víctima de Thakur fue una estudiante universitaria que salió en una noche decembrina para ver la película La vida de Pi en Delhi junto con un amigo. Al salir del cinema y dirigirse a su casa en autobús, la joven se encontró con un alicorado Thakur, quien, junto con otros cinco asaltantes, incluido el conductor del bus, la amordazó y la violó por turnos durante casi una hora mientras el vehículo seguía su ruta por la ciudad, según los detalles de la investigación. La mujer fue arrojada después a la calle, y murió dos semanas después por las graves heridas que le había dejado el grupo de delincuentes.

El crimen, que sucedió hace exactamente siete años, causó gran indignación tanto local como internacional, y puso la cultura de la violación en la India de nuevo en el foco de denuncias. Este casó llevó incluso al Parlamento a fortalecer las leyes sobre violación que existían en el país para imponer penas más severas, como la pena de muerte como castigo. Vea también: Les afeitan la cabeza a dos mujeres por resistirse a una violación

Thakur fue encontrado culpable en septiembre junto a otros tres hombres, mientras que otro de los asaltantes fue puesto en libertad debido a que era menor de edad cuando ocurrió el delito. Pese a que los acusados apelaron la decisión, la Corte Suprema de India rechazó su petición al considerar la conducta “brutal, bárbara y diabólica” de los hombres. Mientras Thakur estuvo en prisión, sus abogados se encargaron de armar un nuevo argumento: apuntaron que la pena de muerte debía ser conmutada debido a la contaminación en el aire y en el agua de Delhi, que, según la Organización Mundial de la Salud es considerada la metrópoli principal más contaminada del mundo.

“La vida es corta, entonces ¿por qué la pena de muerte?”, apuntaron los abogados de Thakur. “Es un hombre pobre. Sus padres son viejos e indefensos. La contaminación daña vidas y mata gente legalmente. Denle una sentencia de cadena perpetua, no la pena de muerte”, agregaron.

Sin embargo, el argumento fue destruido en la corte. Los expertos legales consideraron que Thakur no podía evadir la pena de muerte por esos motivos explicando que se trataba de una “táctica dilatoria”. La madre de Nirbhaya, Asha Devi, ahora espera porque los asesinos de su hija cumplan con su pena ante la justicia. Pero la extraña defensa de Thakur reveló algo espeluznante y común en muchos lugares del mundo: la impactante forma en la que los violadores condenados justifican sus crímenes y tratan de escapar de sus penas. Vea también: Una mujer afirma que fue violada por 40 hombres durante 40 días en India

Singh, el conductor del autobús quien también violó a la joven, aseguró que “una chica decente no deambulará a las 9 en punto de la noche. Una niña es mucho más responsable de la violación que un niño. Las tareas domésticas y las tareas domésticas son para niñas, no para deambular en discotecas y bares por la noche haciendo cosas incorrectas, vistiendo ropa incorrecta”, aseveró. Pero el escenario para las víctimas se pone peor cuando son incluso los códigos penales quienes se encargan de cobijar al agresor para que escape de sus penas.

En Irak y Malasia, por ejemplo, los jueces desestiman los casos de violación si el acusado se casa con la víctima, la que a menudo es tratada como una paria después de la agresión sexual. En muchos países del continente africano y también en Asia no se reconoce la violación dentro un matrimonio como un delito. Mientras que en España los acusados quedan absueltos cuando su víctima ha quedado inconsciente debido a que la ley tiene interpretaciones antiguas y considera que solo se considera un asalto cuando hay fuerza de por medio.

Según la investigadora india Madhumita Pandey, quien entrevistó a cientos de hombres condenados por violación para comprender las raíces de la masculinidad tóxica, en su experiencia “muchos hombres no se dan cuenta de que lo que han hecho es una violación. Solo hubo tres o cuatro hombres que dijeron que se estaban arrepintiendo. Otros habían encontrado una manera de poner sus acciones en alguna justificación, neutralizar o culpar a la víctima”.

Por - Redacción Internacional

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar