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El pasado fin de semana, los puertorriqueños votaron a favor de convertirse en el primer estado hispánico de Estados Unidos. Entre las críticas de la oposición, que considera ilegitimo el resultado de la consulta, pues apenas el 22% del censo electoral salió a votar, el gobierno empezó a dar los primeros pasos para la anexión casi 120 años después de que los estadounidenses le arrebataran el domino de la isla a los españoles.
Puerto Rico, cuyos habitantes gozan de la ciudadanía estadounidense desde 1917 y tienen un gobierno autónomo desde 1952, no es el único territorio que busca cambiar sus fronteras por la vía democrática. En lo que resta del año, tanto Cataluña como Escocia podrían llegar a definir sus fronteras llamando a sus ciudadanos en las urnas.
Cataluña, un referendo ilegal para los españoles
El pasado nueve de junio, el presidente de Cataluña, Carles Puidemont le puso fecha a la consulta unilateral en la que se le preguntará a los ciudadanos cantantes si quieren seguir haciendo parte de España. La respuesta inmediata del gobierno español fue anunciar que haría todo lo posible por detener el referendo y se espera que la justicia del país ibérico lo declare inconstitucional.
La consulta que se llevaría a cabo el 1 de octubre, hace parte de una serie de medidas que el Parlamento catalán aprobó en noviembre de 2015. con el fin de establecer una hoja de ruta cuyo objetivo final es la independencia.
La última vez que los catalanes se expresaron en las urnas su deseo de separarse de España tuvo lugar en 2014, cuando el presidente de Artur Mas convocó a un proceso participativo simbólico en el que el 80,76% de los más de dos millones de votantes optaron por el sí.
En marzo de este año, Mas fue condenado a dos años de inhabilidad para ejercer cargos públicos por haber llevado a cabo el referendo aún cuando la consulta había sido prohibida por el Tribunal Constitucional. A pesar de esto, la promesa del gobierno catalán, que está compuesto por una mayoría separatista en el Parlamento, prometió que esta vez el referendo programado será definitivo.
El domingo pasado, después de que se conoció la fecha de la nueva consulta, los soberanistas organizaron un evento en el que dijeron que el referendo se realizaría aún en contra de la voluntad del gobierno español y en el que Pep Guardiola, el entrenador del Manchester City y quizás uno de los catalanes vivos más celebre del mundo, leyó el manifiesto de los secesionistas diciendo que, ante las negativas del gobierno español “la única respuesta posible es votar”.
Escocia, un referendo desinflado por las elecciones generales
En septiembre de 2014, 55,3% de los escoceses que votaron en el referendo para decidir si su país seguía siendo parte del Reino Unido dijeron que no querían convertirse en un país independiente.
Escocia fue un estado independiente hasta que en 1707 se unió a Inglaterra para formar el Reino Unido, del que también hacen parte Gales e Irlanda del Norte. En las elecciones de 2015, el Partido Nacional Escoces (SNP por sus siglas en inglés) logró 56 de los 59 escaños que existen en el parlamento británico para los condados escoces, un resultado histórico que debilitó fermente al partido Laborista británico que durante años había tenido en territorio escoces los bastiones políticos más fuertes.
Los resultados electorales y el hecho de que la mayoría de los escoces votó por seguir en la Unión Europea en el referendo del Brexit hacían pensar que la posibilidad de que la causa independentista de Escocia tubiera una segunda opotunidad fuera verosímil en el panorama político británico. De hecho, en marzo de este año, el parlamento escocés voto a favor de una moción que le permitía a Nicola Sturgeon, la Primer Ministra de ese país, empezar negociaciones con el parlamento del Reino Unido con el fin de convocar un segundo referendo.
A pesar de que una nueva consulta parecía inminente, en las elecciones generales que convocó la Primer Ministra conservadora Theresa May el pasado 8 de junio de, el SNP perdió 21 escaños en el Parlamento lo que parece haber hecho menos probable que un segundo referendo pueda salir adelante.
Entre los escaños que perdieron los escoceses están los que le habían pertenecido a figuras prominentes del partido como Alex Salmond, quien fue Primer Ministro escoces y estuvo detrás del referendo de 2014 y Angus Robertson, que representó los intereses de los nacionalistasdurante 16 años en el Parlamento y fue líder del partido.
Aunque los miembros más optimistas del SNP creen que los resultados de las últimas elecciones no los dejaron mal parados, pues siguen siendo el partido con más más escaños en el territorio escocés, muchos consideran que el electorado castigó al partido por proponer un segundo referendo.
“Tenemos que tomar tiempo para reflexionar sobre los resultados de estas elecciones, pero debemos reconocer que el haber convocado a un segundo referendo independentista fue un motivador importante de los votos en contra del SNP en estas elecciones y tenemos que ponerle mucha atención a eso” dijo el John Swinney,m el vice Primer Ministro Escoces.