Las salas de juegos luminosas y ruidosas siguen siendo un elemento habitual de los vecindarios en Japón. Sin embargo, este sector de los videojuegos vive una crisis que fue agravada por la pandemia del COVID-19, lo que ha hecho que cierren muchos de estos espacios retro. El número de salas de juegos en el país se ha desplomado de 22.000 en 1989 a solo 4.000 en 2019.