Coronavirus: el médico que intentó alertar del brote y fue censurado por China
Li Wenliang, un oftalmólogo del hospital central de Wuhan, alertó a sus colegas sobre la aparición de una extraña enfermedad. Sus mensajes se hicieron virales y la policía le hizo firmar un documento en el que se comprometía a no "crear pánico". Un mes después, esa enfermedad es el coronavirus, que ha cobrado la vida de 490 personas y ha contagiado a otras 24.000.
redacción internacional
Era un secreto a voces. Desde diciembre en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, se hablaba de un misterioso brote que había causado la muerte de un puñado de personas. Pero nadie decía nada, ni los ciudadanos ni las autoridades sanitarias locales.
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Era un secreto a voces. Desde diciembre en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, se hablaba de un misterioso brote que había causado la muerte de un puñado de personas. Pero nadie decía nada, ni los ciudadanos ni las autoridades sanitarias locales.
Quien sí lo hizo fue un médico chino de 31 años, oftalmólogo, que intentó alertar a sus colegas sobre el brote de coronavirus. Corrió la voz y la policía le hizo una visita y le dijo que dejara de hablar de ello.
Un mes más tarde, después de que el brote ha causado 490 muertes (hasta el momento) y más de 24.000 casos, algunos fuera de China, muchos lo consideran un héroe.
Desde su cama en un hospital, Li Wenliang, contó su historia.
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"Hola a todos, soy Li Wenliang, un oftalmólogo del Hospital Central de Wuhan", comenzaba diciendo su mensaje.
En diciembre, Li estaba trabajando en el hospital de Wuhan cuando detectó siete casos de un virus que se asemejaba al SARS, el que provocó una epidemia global en 2003.
Había sospechas de que el brote provenía de un mercado de pescados y mariscos en Wuhan, y los pacientes fueron puestos en cuarentena en su hospital.
El 30 de diciembre, Li le envió un mensaje a sus colegas a través de WeChat, la aplicación de mensajería más popular de China, en el que les advirtió del brote y les recomendó usar ropa protectora para evitar contagiarse. El médico recordaba lo vivido en 2003 cuando se presentó la situación del SARS.
"No vayan al mercado de mariscos de Huanan en estos días. Se descubrió que varias personas contrajeron una neumonía desconocida similar al SARS allí. Hoy nuestro hospital tiene recibió múltiples pacientes del mercado. Todos recuerden usar tapabocas adecuadamente", decía el mensaje.
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Sin embargo, con el pasar de las horas, las capturas de pantalla de sus mensajes se volvieron virales.
"Cuando los vi circulando en línea, me di cuenta de que estaba fuera de mi control y que probablemente sería castigado", dijo Li en su testimonio.
Y estaba en lo correcto.
Cuatro días más tarde, recibió una visita de funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública de Wuhan, quienes le dijeron que firmase una carta. En ella, lo acusaban de "hacer comentarios falsos" que habían "perturbado severamente el orden social".
"Le advertimos solemnemente: si sigue siendo terco e impertinente, y continúa con esta actividad ilegal, será llevado ante la Justicia ¿se entiende?".
Debajo, Li escribió: "Sí, entiendo".
El médico temía que fuera a ser detenido. "Mi familia se preocuparía mucho por mí si perdiera mi libertad por unos días", le dijo a CNN.
Li no fue el único. Después de que el oftalmólogo alertara a sus colegas, ocho médicos le dieron la razón y difundieron su mensaje. Ellos también fueron visitados por la policía de Wuhan por tratar de denunciar el virus mortal en las primeras semanas.
Contagiado por accidente
En las primeras semanas de enero, las autoridades en Wuhan insistían en que solo aquellos que entraban en contacto con animales infectados podían contraer el virus. Ni las personas ni los médicos fueron capacitados sobre cómo tratar o convivir con la enfermedad.De hecho, días después de que fuera interceptado por la policía, Li trató a un paciente de glaucoma, pero que tenía los síntomas del Coronavirus, aunque él no lo sabía. Tras la consulta, Li comenzó a toser y desarrolló fiebre al día siguiente. Fue hospitalizado el 12 de enero. En los días siguientes, la condición de Li se deterioró tanto que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos y recibió oxígeno.
El 1 de febrero dio positivo por Coronavirus.
Y solo una vez las autoridades chinas confirmaron la gravedad del brote en la ciudad de Wuhan, no tuvieron más remedio que pedirle excusas a Li y a los demás médicos que habían intentado alertar sobre el brote. Pero para el médico ya era demasiado tarde, pues ya estaba contagiado.
Ahora recuperándose en una sala de cuarentena, Li manifestó sentirse aliviado después de leer las disculpas de las autoridades, tomándolo como una señal de que el gobierno central está en contra de darle un castigo severo.
En sus redes sociales, decenas de miles de personas han dejado comentarios agradeciéndole por hablar y deseándole una rápida recuperación.