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Los días violentos de la guerra civil en Costa de Marfil parecen repetirse ahora. Después de que en 2007 se lograra una tregua para poner fin a cinco años de conflicto, los dos bandos vuelven a enfrentarse en las calles como en el pasado.
El más reciente choque dejó al menos 32 muertos en la capital económica del país, Abiyán. El ejército marfileño atacó el Hotel Golf, donde Alassane Ouattara, presidente electo en los pasados comicios del 28 de noviembre, tiene su sede. La orden de ataque vino, curiosamente, desde el Palacio Presidencial, donde aún ejerce presidente Laurent Gbagbo. Suena extraño, pero en este momento Costa de Marfil tiene dos mandatarios.
La Comisión Electoral Independiente (CEI) anunció que Alassange Ouattara obtuvo el 54% de los votos. Durante la campaña, Ouattara recibió el apoyo de las Fuerzas Nuevas, los rebeldes del norte del país que se ordenaron en 2002 para obtener el poder. La sublevación tuvo como principal objetivo retirar de la presidencia a Gbagbo, señalado como el responsable de ordenar ataques contra las etnias musulmanas del norte.
Ouattara compitió en las elecciones del 28 de noviembre pasado contra Gbagbo, quien desde el año 2000 ocupa el poder. Gbagbo salió victorioso en aquel entonces, en unos comicios en los que fue prohibida la participación de un candidato musulmán, que para entonces se trataba del mismo Alasange Ouattara.
Ahora la historia lucía favorable para Ouattara. No obstante, el mismo día en el que la CEI publicó los resultados, el Consejo Constitucional, aliado del gobierno, dio el triunfo a Gbagbo con el 51,5% de los votos, tras anular los votos de siete departamentos del norte. Así que mientras que la ONU reconoce a Ouattara como presidente, Gbagbo, con la lealtad del Ejército, continúa en el Palacio Presidencial.
Las 32 muertes fueron producto de los enfrentamientos del Ejército contra los manifestantes que respondieron al llamado de salir a las calles, impulsado por Ouattara y las Fuerzas Nuevas, que a pesar de la tregua de 2007 nunca se desarmaron y hoy custodian el Hotel Golf. La ONU envió a Abiyán una delegación de alto nivel para tratar de contener un nuevo arranque de la Guerra Civil y destinó 800 cascos azules para proteger a Ouattara.