Las causas de la catástrofe de la Loveparade, el festival de música tecno celebrado en Duisburgo, al oeste de Alemania, permanecen aún en el misterio. Las diferentes versiones sobre el origen y las circunstancias de la estampida que acabó el sábado con la vida de 20 personas, impiden formarse una idea clara y las autoridades hasta ahora no han podido dar respuestas.
En medio del desconcierto, la canciller alemana, Ángela Merkel, se declaró ‘consternada’ por la tragedia y exigió una ‘investigación exhaustiva’ y que se tomen medidas para que algo así no vuelva a repetirse. La Fiscalía alemana ha abierto una investigación por homicidio imprudente.
Según testigos del desastre, el cierre del único acceso al recinto, una antigua estación de trenes, provocó el embotellamiento humano en un túnel de acceso, donde comenzó la estampida por razones que aún se desconocen. El director adjunto de la policía local, Detlef von Schmeling, aseguró en cambio que ‘no hay pruebas de que se cerrara el acceso al recinto’ de la fiesta. Schmeling aseguró en una conferencia de prensa que todas las muertes se produjeron ‘fuera del túnel’ y dijo no tener ‘la impresión de que se desatara un pánico masivo’.
Según la policía, la mayoría de las muertes se debieron a caídas desde una escalera metálica por la que la gente trataba de acceder a la fiesta.
Si algo quedó meridianamente claro es que la funesta edición del sábado fue la última Loveparade, según anunciaron sus organizadores. Lo demás es contradictorio. Para empezar, el cómputo mismo de visitantes. Según los organizadores, había más de un millón de personas en el recinto cuando se produjo la tragedia. Pero según explicó el domingo Schmeling, los ferrocarriles de la Deutsche Bahn sólo registraron 105.000 viajeros a Duisburgo entre las 9 y las 14 horas del sábado. La policía aseguró que el recinto festivo tiene capacidad para 350.000 personas ‘y no se llenó en ningún momento’, algo que ha sido corroborado por las fotos aéreas. Las preguntas de los reporteros fueron subiendo de tono según las respuestas se iban por las ramas. ¿Por qué cerrarlo, entonces? Para sorpresa de todos y en actitud defensiva, Schmeling respondió que sólo se había cerrado en momentos muy puntuales.
Los testimonios, cada vez más abundantes, señalan lo contrario. El Süddeutsche Zeitung, difundió el domingo en internet una entrevista con una participante que aseguraba que la escalera aludida “era el único lugar por el que la gente podía escapar” de la aglomeración. El túnel “era el único acceso” al recinto, que ya “estaba bastante lleno”. Así que “la policía formó una cadena para impedir pasar a la gente”. La testigo habla del hacinamiento asfixiante en la rampa de salida del túnel. Hubo un empujón hacia la escalera lateral de emergencia. “Muchos se hirieron de gravedad intentando quitar la valla de esa escalera; cuando algunos llegaron a los escalones, se quedaron allí en lugar de subir al festival para que pasaran los demás”. Cuenta la testigo que los visitantes que habían logrado salir de la aglomeración subiendo por los laterales “se limitaban a filmar y fotografiar” a los de abajo. Así bloqueaban la escapatoria del resto, mientras la situación en el embudo de la salida del túnel se agravaba por momentos.
El jefe del sindicato de la policía alemana, Rainer Wendt, dijo que hace un año había advertido a los organizadores sobre las deficiencias del municipio para celebrar una fiesta así.