El Comité de Derechos Humanos de la ONU expresó hace pocos días su preocupación por “la prevalencia (en Hungría) de crímenes de odio y por la incitación al odio en el discurso político, los medios de comunicación y en Internet contra las minorías, especialmente gitanos romaníes, musulmanes, migrantes y refugiados, incluso en el contexto de campañas patrocinadas por el gobierno”.
El comité emitió sus conclusiones y recomendaciones después de que sus expertos independientes revisaran el historial de Hungría en la defensa de los derechos civiles y políticos. Los resultados fueron emitidos tres días antes de las elecciones generales de Hungría.
Pero no fue la única alerta. Hace unos meses, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid R'aad al Hussein, dio la voz de alarma ante el aumento del discurso racista, xenófobo y de incitación al odio en Europa, de tal manera que llega ya a "dominar" el escenario político en varios países de la Unión Europea (UE).
"Más de dos tercios de los parlamentos nacionales en los países de la UE incluyen ahora partidos políticos con posturas extremas contra inmigrantes y, en algunos casos, contra musulmanes y otras comunidades minoritarias", señaló Zeid en la presentación de su informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Este discurso basado en el racismo, la xenofobia y la incitación al odio se ha expandido de tal manera que en varios países está dominando el panorama político, tal y como hemos visto durante la campaña electoral en Italia en las últimas semanas", recalcó Zeid.
Zeid citó como ejemplos de las tendencias populistas, anti-inmigrantes, racistas y xenófobos que ha detectado más en Europa a Hungría, Polonia, Austria y la República Checa. El alto comisionado se enfrentó ya la pasada semana en el Consejo de Derechos Humanos al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, al llamar al mandatario -ante la presencia del ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjártó- "racista" y "xenófobo" y calificarle de "cada vez más autoritario".
En junio, la Comisión Europea lanzó el Grupo de Alto Nivel para combatir el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia con el fin de mejorar los esfuerzos de los estados miembros de la UE para prevenir los delitos de odio. En un informe de abril, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE indicó que, a menudo, los delitos de odio no se denuncian ni se juzgan, e instó a los estados miembros a mejorar el acceso a la justicia para las víctimas.
En mayo, la Red Europea contra el Racismo informó que, en ocho países de la UE encuestados, las mujeres musulmanas eran el principal objetivo de los islamofóbicos. Human Rights Watch denunció el año pasado los ataques de extremistas violentos y el apoyo cada vez mayor a los partidos populistas que se oponen a la inmigración.
Según el Informe Europeo de Islamofobia 2017, una oleada creciente de sentimientos de hostilidad hacia el islam se han extendido en Europa.
El informe reveló 908 crímenes, que incluyen desde ataques verbales y físicos hasta intentos de asesinato, dirigidos a musulmanes en Alemania, así como 664 en Polonia, 364 en los Países Bajos, 256 en Austria, 121 en Francia, 56 en Dinamarca y 36 en Bélgica.
El informe fue preparado por la Fundación para la Investigación Política, Económica y Social (SETA por sus siglas en turco), con sede en Ankara.
¿Un delito?
El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, instó a los países europeos este miércoles a incluir la islamofobia como un crimen en su Constitución, sin esperar a que suceda una situación similar al Holocausto. "Debemos asegurar que la islamofobia esté incluida en la Constitución [europea] como un crimen", dijo Cavusoglu.Cavusoglu agregó que "no hay necesidad de revivir Auschwitz o de esperar a que los musulmanes sean quemados en cámaras de gas como el pueblo judío", refiriéndose al campo de concentración nazi en Polonia y el Holocausto. El ministro indicó que el discurso de odio, que es un crimen en Europa, todavía es utilizado por los políticos.
También recordó que los políticos populistas en Europa, especialmente en Alemania, usaron un discurso anti-Turquía e islamófobo para ganar las elecciones. La Unión Europea (UE) ha sido testigo de la creciente islamofobia y el odio hacia los migrantes en los últimos años, que es provocado por la propaganda de la extrema derecha y los partidos populistas que explotan los temores sobre la crisis de refugiados y el terrorismo.
La extrema derecha, a través del partido Alternativa para Alemania (AfD), se convirtió en la tercera fuerza en el parlamento federal alemán, después de ganar el 12,6% de los votos en las elecciones del año pasado.
Los grupos de extrema derecha han realizado 10 de los 31 ataques a templos, mientras que los 21 ataques restantes fueron realizados por partidarios de la organización terrorista PKK/PYD, que amenazó con llevar a cabo actos violentos como respuesta a la operación antiterrorista realizada por las Fuerzas Armadas turcas en Afrin, al noroeste de Siria.
El canciller turco dijo que las terminologías inexistentes como el "islamismo" también son repetidas por los políticos europeos y los medios de comunicación para llevar a falsas percepciones sobre el islam. Cavusoglu expresó que "solo hay un islam y su significado es la paz".
*Con información de la agencia Anadolu
Por -Redacción Internacional
