Desconfianza incide en proyectos de infraestructura en América Latina

Una parte muy considerable de las diferencias, ante una obra de infraestructura, entre los sectores sociales, el Gobierno y empresas radican en el desconocimiento de los estudios técnicos sobre un proyecto o en la desconfianza en los estudios existentes, afirmó este viernes un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) en la región.

"A menudo, varios de los actores no le creen a los resultados de los estudios de impacto ambiental, a los estudios de balance hídrico, a los estudios para mitigar riesgos de desastre en correspondencia de embalses, carreteras y otras infraestructuras en laderas, y el diálogo entre los actores se queda parado por esto", explicó a Efe el director de UNOPS para América Latina y el Caribe, Fabrizio Feliciani.

En vista de los entrampamientos que suelen tener algunos de los grandes proyectos de infraestructura en la región, con episodios de violencia, el organismo de Naciones Unidas es convocado por los Gobiernos nacionales, u otra de las partes, para apoyar en la gestión de proyectos complejos como un organismo neutral.

Feliciani detalló que la ayuda de UNOPS suele manifestarse "realizando o revisando estudios técnicos antes de que se realicen obras y realizando monitoreo del cumplimiento ambiental de la construcción o funcionamiento de obras y emprendimientos".

"Cuando los actores nos lo solicitan, nosotros intervenimos técnicamente en los estudios previos o de monitoreo, e informamos a los actores: con una información en la que todos confían", añadió.

Uno de los proyectos mineros en Perú que más dificultades ha generado en los últimos años es Tía María, por la oposición de sectores sociales que rechazan los efectos de la mina contra la agricultura de la zona y que han promovido protestas y paralizaciones.

Actualmente, el proyecto está en pausa, tras los violentos disturbios que dejaron cuatro muertos entre abril y mayo pasados, para que la empresa Southern Copper explique a la población la resolución de las 138 observaciones presentadas por UNOPS al Estudio de Impacto Ambiental de Tía María en 2011.

Feliciani informó que UNOPS trabaja en más de 20 países de la región en una serie de campos como la protección medioambiental, agua, salud, infraestructura social y vial, entre otros temas.

Respecto a los retrasos en la región, Feliciani señaló que se debe mejorar en planificación, preinversión y participación ciudadana para incrementar la eficiencia y transparencia, disminuir la exclusión de las poblaciones más débiles y la corrupción pública.

En el caso de la planificación, dijo que "en la mayoría de los países de la región mucho queda por hacer para mejorar los procesos de consulta pública sobre proyectos específicos y de planificación participativa del desarrollo local".

Sobre el segundo punto, Feliciani explicó que "una preinversión abaratada y mal hecha es la causa principal que origina sobrecostos, corrupción y otros fracasos, como las llamadas catedrales en el desierto".

Asimismo, remarcó que "hay que mejorar seriamente los niveles de participación ciudadana en la auditoría social de todas las obras y proyectos".

Una parte muy considerable de las diferencias, ante una obra de infraestructura, entre los sectores sociales, el Gobierno y empresas radican en el desconocimiento de los estudios técnicos sobre un proyecto o en la desconfianza en los estudios existentes, afirmó este viernes un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) en la región.

"A menudo, varios de los actores no le creen a los resultados de los estudios de impacto ambiental, a los estudios de balance hídrico, a los estudios para mitigar riesgos de desastre en correspondencia de embalses, carreteras y otras infraestructuras en laderas, y el diálogo entre los actores se queda parado por esto", explicó a Efe el director de UNOPS para América Latina y el Caribe, Fabrizio Feliciani.

En vista de los entrampamientos que suelen tener algunos de los grandes proyectos de infraestructura en la región, con episodios de violencia, el organismo de Naciones Unidas es convocado por los Gobiernos nacionales, u otra de las partes, para apoyar en la gestión de proyectos complejos como un organismo neutral.

Feliciani detalló que la ayuda de UNOPS suele manifestarse "realizando o revisando estudios técnicos antes de que se realicen obras y realizando monitoreo del cumplimiento ambiental de la construcción o funcionamiento de obras y emprendimientos".

"Cuando los actores nos lo solicitan, nosotros intervenimos técnicamente en los estudios previos o de monitoreo, e informamos a los actores: con una información en la que todos confían", añadió.

Uno de los proyectos mineros en Perú que más dificultades ha generado en los últimos años es Tía María, por la oposición de sectores sociales que rechazan los efectos de la mina contra la agricultura de la zona y que han promovido protestas y paralizaciones.

Actualmente, el proyecto está en pausa, tras los violentos disturbios que dejaron cuatro muertos entre abril y mayo pasados, para que la empresa Southern Copper explique a la población la resolución de las 138 observaciones presentadas por UNOPS al Estudio de Impacto Ambiental de Tía María en 2011.

Feliciani informó que UNOPS trabaja en más de 20 países de la región en una serie de campos como la protección medioambiental, agua, salud, infraestructura social y vial, entre otros temas.

Respecto a los retrasos en la región, Feliciani señaló que se debe mejorar en planificación, preinversión y participación ciudadana para incrementar la eficiencia y transparencia, disminuir la exclusión de las poblaciones más débiles y la corrupción pública.

En el caso de la planificación, dijo que "en la mayoría de los países de la región mucho queda por hacer para mejorar los procesos de consulta pública sobre proyectos específicos y de planificación participativa del desarrollo local".

Sobre el segundo punto, Feliciani explicó que "una preinversión abaratada y mal hecha es la causa principal que origina sobrecostos, corrupción y otros fracasos, como las llamadas catedrales en el desierto".

Asimismo, remarcó que "hay que mejorar seriamente los niveles de participación ciudadana en la auditoría social de todas las obras y proyectos".