Día del migrante: cinco desafíos del éxodo venezolano en Colombia
Este viernes, un grupo de investigadores presenta un informe llamado Frontera y Movilidad Humana en el que recomiendan qué pasos seguir para integrar a la población migrante venezolana en el escenario pospandemia.
El Día del Migrante nunca había sido más triste para la población venezolana. Si bien desde 2014 la crisis de movilidad se hizo más grave y en 2017 la dura realidad de los caminantes sacudió a la comunidad internacional, hoy los balseros evidencian el desespero de miles de venezolanos que intentan salir de su país, aun a costa de sus vidas. El fin de semana pasado una tragedia enlutó a Venezuela (por la muerte de 25 migrantes en una embarcación que iba hacia Trinidad y Tobago) y, de paso, a Colombia, testigo del cambio en las dinámicas migratorias.
Esa migración hoy se presenta como uno de los retos más grandes para América Latina, particularmente en el escenario actual: crisis económica, social y sanitaria por cuenta de la pandemia; sin embargo, también se abre una nueva era de retos y oportunidades.
En ese marco, investigadores de la Universidad del Rosario, la fundación alemana Konrad-Adenauer-Stiftung con la colaboración de la Gobernación de Norte de Santander presentan, este viernes, el informe titulado “Frontera y movilidad humana”, en el que hacen recomendaciones para la integración e inclusión de la movilidad humana proveniente de Venezuela en las políticas de recuperación socioeconómica pospandemia, particularmente, en las zonas de frontera.
Ver más: ¿Cómo integrar a los migrantes venezolanos en plena pandemia?
El documento —producto del trabajo de investigación del equipo del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, dirigido por Francesca Ramos Pismataro e integrado por Christian Krüger Sarmiento, Ronal F. Rodríguez, María Clara Robayo y Laura Mendoza— plantea retos que se abren para Colombia en los próximos meses.
Y es que las medidas implementadas para contener la epidemia afectaron a la población en condición de movilidad humana proveniente de Venezuela. El cierre de las economías de servicios e informal afectó directamente su capacidad para acceder a recursos; las contingencias propias de la emergencia de salud pública llevaron a algunos migrantes a tomar la decisión de regresar a su país.
Ver más: De los caminantes a los balseros, la última tragedia del éxodo venezolano
Entre marzo y agosto de 2020, Migración Colombia reportó la salida de 109.874 venezolanos, una variación de -6,2 % según la misma institución, y algunos cálculos estiman que pueden llegar a los 130.000 o 140.000 para diciembre, en caso de mantenerse las condiciones de cierre fronterizo.
No obstante, no se puede pensar que el reto migratorio ha terminado y que los venezolanos han empezado a regresar a su país. Por el contrario, la situación de salud pública en Venezuela es precaria. La opacidad del gobierno de Nicolás Maduro y la falta de comunicación y de relaciones diplomáticas y consulares entre ambos Estados hacen incierto para las autoridades colombianas calcular las dimensiones de la emergencia de salud pública que se está incubando en el vecino país y su impacto en la movilidad humana.
La migración venezolana no se ha detenido, pues en noviembre de 2020 —según datos de R4V, la plataforma de coordinación para refugiados y migrantes venezolanos— la diáspora venezolana llegó a los 5’448.441 migrantes; en abril, el primer registro, después del cierre de los pasos oficiales de frontera, era de 5’093.987. Este es un crecimiento del 6,5 %, unas 354.454 personas han salido de Venezuela a pesar de las medidas para contener la movilidad.
El objetivo es identificar a las autoridades responsables de formular, ejecutar y evaluar políticas para la integración e inclusión de la movilidad humana proveniente de Venezuela en las políticas de recuperación socioeconómica pospandemia en los departamentos, ciudades y municipios de las zonas de frontera, así como de crear espacios para el diálogo entre dichas autoridades y formular recomendaciones a partir de escuchar sus principales inquietudes y preocupaciones.
Ver más: Migración venezolana, cinco años huyendo hacia Colombia
El informe busca respaldar los esfuerzos de las autoridades departamentales y locales en dirección a la coordinación y respuesta para la integración e inclusión de la migración venezolana y los colombianos retornados en tiempos de pandemia. Estos son los cinco desafíos que se presentan para la migración venezolana en Colombia.
1. Retorno de colombianos: un gran número de connacionales que se fueron a Venezuela, pero que nunca obtuvieron identificación ni reconocimiento, han regresado con el éxodo venezolano. Los investigadores proponen un sistema de identificación biométrica para todos los migrantes, colombianos, venezolanos y los que tienen doble nacionalidad.
2. La Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF) es el mayor instrumento de registro de la población en condición de movilidad humana proveniente de Venezuela y el único que genera algún tipo de control para el fenómeno de migración pendular. Con la emergencia causada por el coronavirus se sugiere asociar dicho documento a un registro de atención en salud y vacunación.
3. Proteger a niños de amenazas como redes de tráfico y trata de personas, al igual que de reclutamiento forzoso.
Ver más: Migrantes venezolanos y pandemia en Colombia
4. Capacitar a los cuerpos de seguridad y de policía que son, en muchos casos, la primera instancia de relacionamiento de la población en condición de movilidad humana con el Estado colombiano.
5. Crear instancias de conciliación y resolución de diferencias para ciudadanos venezolanos en condición de irregularidad con la comunidad local.
El Día del Migrante nunca había sido más triste para la población venezolana. Si bien desde 2014 la crisis de movilidad se hizo más grave y en 2017 la dura realidad de los caminantes sacudió a la comunidad internacional, hoy los balseros evidencian el desespero de miles de venezolanos que intentan salir de su país, aun a costa de sus vidas. El fin de semana pasado una tragedia enlutó a Venezuela (por la muerte de 25 migrantes en una embarcación que iba hacia Trinidad y Tobago) y, de paso, a Colombia, testigo del cambio en las dinámicas migratorias.
Esa migración hoy se presenta como uno de los retos más grandes para América Latina, particularmente en el escenario actual: crisis económica, social y sanitaria por cuenta de la pandemia; sin embargo, también se abre una nueva era de retos y oportunidades.
En ese marco, investigadores de la Universidad del Rosario, la fundación alemana Konrad-Adenauer-Stiftung con la colaboración de la Gobernación de Norte de Santander presentan, este viernes, el informe titulado “Frontera y movilidad humana”, en el que hacen recomendaciones para la integración e inclusión de la movilidad humana proveniente de Venezuela en las políticas de recuperación socioeconómica pospandemia, particularmente, en las zonas de frontera.
Ver más: ¿Cómo integrar a los migrantes venezolanos en plena pandemia?
El documento —producto del trabajo de investigación del equipo del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, dirigido por Francesca Ramos Pismataro e integrado por Christian Krüger Sarmiento, Ronal F. Rodríguez, María Clara Robayo y Laura Mendoza— plantea retos que se abren para Colombia en los próximos meses.
Y es que las medidas implementadas para contener la epidemia afectaron a la población en condición de movilidad humana proveniente de Venezuela. El cierre de las economías de servicios e informal afectó directamente su capacidad para acceder a recursos; las contingencias propias de la emergencia de salud pública llevaron a algunos migrantes a tomar la decisión de regresar a su país.
Ver más: De los caminantes a los balseros, la última tragedia del éxodo venezolano
Entre marzo y agosto de 2020, Migración Colombia reportó la salida de 109.874 venezolanos, una variación de -6,2 % según la misma institución, y algunos cálculos estiman que pueden llegar a los 130.000 o 140.000 para diciembre, en caso de mantenerse las condiciones de cierre fronterizo.
No obstante, no se puede pensar que el reto migratorio ha terminado y que los venezolanos han empezado a regresar a su país. Por el contrario, la situación de salud pública en Venezuela es precaria. La opacidad del gobierno de Nicolás Maduro y la falta de comunicación y de relaciones diplomáticas y consulares entre ambos Estados hacen incierto para las autoridades colombianas calcular las dimensiones de la emergencia de salud pública que se está incubando en el vecino país y su impacto en la movilidad humana.
La migración venezolana no se ha detenido, pues en noviembre de 2020 —según datos de R4V, la plataforma de coordinación para refugiados y migrantes venezolanos— la diáspora venezolana llegó a los 5’448.441 migrantes; en abril, el primer registro, después del cierre de los pasos oficiales de frontera, era de 5’093.987. Este es un crecimiento del 6,5 %, unas 354.454 personas han salido de Venezuela a pesar de las medidas para contener la movilidad.
El objetivo es identificar a las autoridades responsables de formular, ejecutar y evaluar políticas para la integración e inclusión de la movilidad humana proveniente de Venezuela en las políticas de recuperación socioeconómica pospandemia en los departamentos, ciudades y municipios de las zonas de frontera, así como de crear espacios para el diálogo entre dichas autoridades y formular recomendaciones a partir de escuchar sus principales inquietudes y preocupaciones.
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El informe busca respaldar los esfuerzos de las autoridades departamentales y locales en dirección a la coordinación y respuesta para la integración e inclusión de la migración venezolana y los colombianos retornados en tiempos de pandemia. Estos son los cinco desafíos que se presentan para la migración venezolana en Colombia.
1. Retorno de colombianos: un gran número de connacionales que se fueron a Venezuela, pero que nunca obtuvieron identificación ni reconocimiento, han regresado con el éxodo venezolano. Los investigadores proponen un sistema de identificación biométrica para todos los migrantes, colombianos, venezolanos y los que tienen doble nacionalidad.
2. La Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF) es el mayor instrumento de registro de la población en condición de movilidad humana proveniente de Venezuela y el único que genera algún tipo de control para el fenómeno de migración pendular. Con la emergencia causada por el coronavirus se sugiere asociar dicho documento a un registro de atención en salud y vacunación.
3. Proteger a niños de amenazas como redes de tráfico y trata de personas, al igual que de reclutamiento forzoso.
Ver más: Migrantes venezolanos y pandemia en Colombia
4. Capacitar a los cuerpos de seguridad y de policía que son, en muchos casos, la primera instancia de relacionamiento de la población en condición de movilidad humana con el Estado colombiano.
5. Crear instancias de conciliación y resolución de diferencias para ciudadanos venezolanos en condición de irregularidad con la comunidad local.